—¡Louis! — Gritó alguien a un lado de mí. Yo abrí los ojos estaba en un tipo camerino, sentado enfrente de un gran espejo con focos al borde de él y un maquillista atrás de mí. —Ya es tu turno. — Volvió a decir. Yo lo miré confundido.
—¿Mi turno para qué? —Pregunté exaltándome y poniéndome de pie.
—¿Cómo que para qué? — Hizo un tono de voz grave tonto. — Pues para la película que protagonizas, de plano que ya no puedo contigo. — Él dijo y salió del camerino. Usaba anteojos y vestía cómo hipster. El maquillista me quitó la bata y vi el vestuario que era cómo muy casual, él dio un pequeño retoque de polvo y salí del camerino.
Había guardias esperándome afuera, tenía mucha, pero mucha seguridad ahí. Comenzamos a caminar y un chico delgado se acercó conmigo con un latte, al ver todo lo que hacía y la disponibilidad que tenía hacía a mí llegué a la conclusión de que era mi asistente personal.
Después de caminar varios minutos, llegamos a un lugar donde había cámaras por doquier, muchos cables y personas. Lucían audífonos con un enorme micrófono libre, algunos usaban anteojos y había grandes cantidades de comida en una mesa.
Se me acerco el que parecía ser el director, lucía ropa pegada, gafas obscuras y un sombrero tipo boina.
— Está bien Louis, tu personaje es Austin, es un chico melancólico que está apunto de suicidarse y está escapando para que no eviten su muerte ¿Okay? — El director me dijo.
— Todo está bien. Pero ¿cómo lo haré? Yo no... — Dije y él cesó.
—No lo sé, pero ya es hora. — Él me empujó hacía el frente. Se sentó en su silla y con un megáfono gritó ¡Acción! Yo asustado miré a ambos lados, la escenografía parecía un hotel, miré al director y él me hizo la seña de comenzar. Una extraña razón y un instinto me manejaba. Comencé a correr asustado por en medio de un pasillo, un chico iba atrás de mí.
—¡Alto! ¡No lo hagas Austin! — Gritaba el chico. Yo corrí hasta el elevador y tardaba demasiado en abrir así que corrí a un lado y subí por las escaleras, él chico casi me alcanzaba y yo corría rápidamente por las escaleras. Sentía la adrenalina cómo si en verdad me pasara y estuviera huyendo de alguien. Llegué al último piso y abrí una puerta de metal color gris, había perdido al chico. Mis lágrimas salían y salí al aire, dejé la puerta abierta, caminé hasta la orilla cuando de repente alguien llegó.
—Austin, no lo hagas. — Me suplicaba. —Tus padres están preocupados por ti, yo estoy preocupado por ti. —
—¡Cállate! — Grité. — Todos ustedes son tan doble moral, nunca pensaron en mí. Nunca les importé. — Dije en lágrimas.
—No, eso no es cierto...— Él comenzó a caminar hacia mí.
—No des otro paso más, si no me aviento. Lo juro. — Dije, él abrió sus manos enfrente de él pidiéndome que me calme.
—Está bien. Déjame hablar contigo, por favor. —
—No me vas a convencer, estoy dispuesto hacerlo. — Tragué saliva mientras mis lágrimas salían.
—Hazlo. — Me retó.
— ¡Lo haré! — Grité.
—Vamos. No veo que lo hagas. Aviéntate. Matate. — Él decía.
—¡Lo haré! — Volví a gritar. Me di la vuelta y miré para abajo. El chico permanecía lejos de mí, yo levanté la mirada y lo volví a ver y enseguida volví a ver para abajo, despegué mi pie del suelo y lo conduje hacía enfrente. Mi respiración estaba acelerada y temblaba. Cerré mis ojos y cuando estaba dispuesto a aventarme, él corrió hacía mí y me aventó a un lado para evitar que me matara.
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Future | Larry Stylinson
Science FictionMuchas veces tomamos decisiones y hacemos cosas sin pensar muy bien la consecuencia que causará, no llegamos al mundo con un manual de instrucciones para saber que hacer y todos hemos pasado por la ignorancia en algún momento de nuestras vidas, Loui...