Capítulo 13 | Destino

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—Claro, adelante. — Me hice a un lado y él pasó. —¿Qué pasa? — Cerré la puerta y al voltearme hacía con él, él me tomó del rostro y me besó, el beso duró muy poco, después me dejó de besar y me miró a los ojos y se acercó para darme un último beso. Yo me quedé congelado.

—Lo lamento, tenía que hacerlo. — Yo no me movía. —Te veo abajo. — Dijo por último y salió de la habitación. A los segundos salió Miriam del baño.

—¿Qué pasó aquí? Comentó con una sonrisa.

—Rafaello me besó. — Dije congelado.

—¿No? ¿En serio? Felicidades, ya disté el primer paso. — Ella se echó hacía a mí y me abrazó.  

Al regresar a Seattle, sentía melancolía en ese lugar. Algo no cuadraba, Miriam me mandó mensajes preguntando si había llegado, también presionándome para firmar contrato con la otra empresa. Decidí no avisarle a Harry y a su abogado que ya había llegado a Seattle, quería paz un memento sin preocupaciones, pero solo era en vano pues aun había preocupación hacía la situación en la que estaba pasando.

No olvidaba que tenía un contrato con Rafaello firmado y para pasado mañana tenía nuevo shooting con ellos. Tenía que organizar mis ideas y pensamientos, pareciera que me estuviera muriendo poco a poco, todo está yéndose para abajo.

—¿Crees que puedas hacer una cita con el dueño de la empresa hoy? Realmente quiero irme quitando preocupaciones poco a poco. Primero el contrato y luego el divorcio ¿Sí? — Le mandé el mensaje a Miriam.

—Claro, yo te mando la ubicación del lugar. — Mensajeó ella. Apagué el teléfono y comencé a sacar las cosas de la maleta. Estuve muy al pendiente de mi mano, siempre limpiando para que no se infectara la herida. Todo me estaba pasando.

Ahora me encontraba en el mismo café en el que nos habíamos visto, estaba haciendo frío horrible, estaba lloviendo muy ligeramente, era de noche. Ambos estábamos muy abrigados, incluso casi usando cuatro prendas de cada una. Sin exagerar.

—Lamento la tardanza. — El tipo dijo llegando a la mesa con su maletín. Ambos nos levantamos y lo saludamos con un apretón de manos.

—Yo digo, que lo que venimos. —Miriam comentó.

—Por supuesto ¿Entonces señor Tomlinson? ¿Qué dice? — Recorrió el contrato en la mesa hacía a mí y arriba de él había un bolígrafo.

Tomé el bolígrafo y pensé si era buena idea. Pensé a la mierda y firmé, regresé el contrato y él lo guardó en el maletín.

—Excelente, nosotros le mandaremos a su manager una copia de todos los documentos firmados, también nosotros le avisaremos cuando tenga shooting o pasarela. Nos vemos, porque tengo una cena de trabajo y voy tarde. Tengan una bonita noche. —Nos dio un apretón de manos y se fue.   

—¿Nos quedamos a cenar? — La miré unos segundos, ella solo me miraba con una pequeña sonrisa., pidiéndome que nos quedemos con la mirada. —Aprovechemos ya que estamos aquí. — Agregó.

—Está bien, quedémonos. — Le di una sonrisa y Miriam también me sonrió.

—¡Señorita! — Levantó la mano hablándole a la mesera. —Me puede traer la carta, por favor. — Emocionada decía, recargué mi mejilla en mi puño mientras la miraba.

Llegó el día del shooting con Rafaello y cómo debe de ser, Miriam estaba ahí. Mirándome fijamente con una sonrisa acosadora. El shooting fue en un estudio era de ropa invernal, había muchas luces, un fondo blanco, una pantalla plasma para ver las fotos y unas cuantas personas.

Future | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora