Capítulo 04 | Pulcro

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Ahora estaba en una habitación totalmente en negro, no veía absolutamente nada. Asustado comencé a dar pequeños pasos para adelante y solo escuchaba las pisadas que daba en forma de eco. Comencé a caminar un poco más rápido y se encendió la luz.

—Hola, Louis. — Habló Alfred sentado.

—¿Dónde haz estado? —Pregunté acercándome a él.

—También tengo descanso. — Dijo. —Es muy agotador y me tomo un tiempo para descansar. —

—Pero ¿Tantos días? — Pregunté frunciendo el ceño.

—¿Días? —Rió. —Sólo fueron cinco minutos. — Comentó.

—¿En serio? ¿cinco minutos? — Pregunté confundido.

—Si. cinco minutos, pero ya volví. — Dijo y se puso de pie, yo lo miraba con mi boca entreabierta. Me sentía raro, no podía creer que todo ese tiempo sólo haya sido cinco minutos. — Le hubiera exigido más, pero no quiero perder mi trabajo. — Caminó hasta una barra de licor. —Me estoy acostumbrando a este horario, es difícil, en serio, pero con el tiempo vas acostumbrándote ¿Quieres algo de beber? —Me preguntó y yo sólo negué con la cabeza. —Bueno, así que pensaste que eran días, dime ¿Qué hiciste en este tiempo? — Se sentó enfrente de mí. —Pero ven, siéntate, no muerdo. — Apareció una silla enfrente de él, yo tomé asiento mirándolo, él solo arqueó ambas cejas mirándome.

—Fue increíble, primero estaba en una grabación de una película en la que yo era el protagonista. — Él arqueaba ambas cejas y daba pequeños tragos a su bebida mirándome. — Después estaba en una misión secreta con Harry, lucíamos elegantes, teníamos armas increíbles y al último estuve en los Óscar, gané al mejor nuevo actor. Fue increíble. —Lo miré con una sonrisa.

—Por lo que me dices te fue muy bien. — Me dijo. Yo sólo asentí con la cabeza. Él dejó el vaso a un lado y se puso de pie, me miró y estiró su mano. Yo sentado lo miré y después miré su mano, me puse de pie y tomé su mano.

Cerré mis ojos levemente, sentía el calor de su palma con la mía, me comenzó a dar taquicardia y asustarme rápidamente.

—No tengas miedo, estará bien. Tu estarás bien. —Susurraba Alfred con esa voz grave y acento tan sexy. Comencé a inhalar y a exhalar lentamente, se sentía como cuando subes a un elevador que despacio subes o bajas, al estar totalmente tranquilo sentí frío y me abracé a mí mismo frotando mis manos en mis brazos, escuchaba voces y abrí mis ojos.

—Quiero decir ¿crees que es bueno usar esas aplicaciones para buscar parejas mayores solo para conseguir lo que quieres a cambio de sexo? — La chica castaña me preguntó, yo permanecía a un lado de Alfred mientras mi otro yo estaba en la sala sentado con su teléfono celular.

—Si. —Yo la miré y parpadeé varias veces. —¿Por qué no? — Enseguida mi otro yo dirigió la mirada al teléfono, mi amiga solo rodeó los ojos y mi otro yo se concentraba en la dichosa aplicación. —No entiendo, puse que soy Capricornio, me gusta leer, soy muy fan de las series ¿algo me falta? — Yo la miré.

—Le falta todo. — Dijo obvia y se acercó un poco más a mí, tomó mi teléfono y escribió algo muy rápido en la descripción.

—¿Con lugar? — Pregunté desconcertado levantando una ceja. Alfred rió en forma de burla tapándose la boca con su mano, yo sólo volteé a verlo con el ceño fruncido. A pocos minutos me llego un mensaje en el mensajero de la aplicación.

—Hola, buenas tardes. — Yo rápidamente abrí demasiado los ojos y luego miré a mi amiga.

—¿Qué hago? — Pregunté asustado y entrando en pánico.

Future | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora