El Gen

Capítulo I: El Gen

Zoned

La sucursal de Cambio y Adaptación se encontraba justo en frente de los edificios de Biotecnología y particularmente sobre de los compartimientos de Nanotecnología, un lugar bastante privilegiado. En la cuna del conocimiento.

Fue un martes, 4 de abril de 1254, el día que elegí para dejar todo el dolor que traía conmigo, como si existiera un día en específico para hacerlo.

Mi cabello, mi cabello cambiaría, mi vida cambiaría y junto al gen, volvería a renacer.

El doctor Modest, a quien los estudiantes solíamos llamar Day, me había aplicado el injerto para cambiar mi color de cabello, y aunque pensé que sería un pequeño piquete inofensivo... resultó ser el secreto más oscuro.

Algo así fue lo que sucedió un...
4 de abril de 1254

La aguja sale de mi piel, un suave algodón húmedo de alcohol es frotado contra el mismo lugar, y siento que por mis venas corre fuego en lugar de sangre

Suelto un quejido.

-Normalmente no suele doler, tal vez sientas un poco de ardor pero nada de que preocuparnos.

-Esto duele, y mucho -contesto.

Day se rie.

-Ese es el precio de la vanidad. Una vanidad muy común, por cierto. ¿Por qué quieres tener el cabello negro? La mayoría de las chicas de tu edad lo prefieren rubio o azul.

El hombre limpia con algodón la aguja de la jeringa que acaba de utilizar conmigo, luego la tira en el basurero.

-Claro que no.

Se ríe nuevamente.

-Iré a desechar el envase. ¿Quieres un poco de agua?

-Sí, por favor.

Se va al otro lado de la sala y miro de nuevo a la vena por la que me pusieron el injerto. Se está poniendo de color morado, no es normal. Tomo un poco de algodón y lo froto. Ahogo un grito cuando siento que me quema, sin embargo me siento aliviada, porque se va aquel color.

-¿Ocurre algo? -pregunta a mis espaldas.

Lo miro de vuelta.

-No, nada.

-El dolor se ha terminado verdad... eh, ¿qué tienen tus ojos?

-Mis ojos, nada. ¿Por qué?

Antes de que me conteste camino hasta un espejo que hay en una vitrina y me examino.

-Están diferentes.

Si, en efecto. Mis ojos son azules, pero ahora están de color violeta.

-Imaginé que le quitaste el genoma de color de ojos al gen -reprocho.

-Si lo hice, además la donante no tenía los ojos violetas.

Ambos nos observamos con confusión. Esto es extraño.

-Revisaré de nuevo...

No puede acabar la oración. Una mujer no muy vieja y agitada entra a la habitación.

-Señor. El ISI de experimento ha desaparecido.

-¡Imposible! -exclama Day.

Deja el vaso de vidrio con agua en la mesa y desaparece con la mujer por el umbral. ¿ISI? Suena importante. Probablemente están en problemas.

-Me alegro de que aún sigas con vida.

Pego un respingo y giro violentamente. En la puerta que da al baño hay un hombre recostado sobre el marco.