Capítulo V: Conviviendo

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Zoned

Lo pienso, y espero a que él me escuche.

Canciones para sentirse en un viaje astral.

—No tengo ese tipo de música, —respondió Kanded.

—¡Entonces me has escuchado!

Bebe un poco de agua y luego me la ofrece.

—¿Estas bien?

—Ni siquiera he tenido que abrir mi boca, pero tú me has escuchado, ¡increíble!, me pregunto que más podré hacer...

—Ah, eso —hace un ademan restándole importancia.

Tomo un sorbo y estiro mis brazos satisfecha.

—Quizá para ti sea normal, pero yo a penas estoy experimentando mi nuevo ser. Mis nuevas habilidades.

—Si La Mente te escuchara...

—Uhm, es verdad. No me pertenecen, pero entiendes a lo que me refiero.

El auto atraviesa por un pequeño bulto y hace que rebotemos. Me rio, es muy divertido.

—Ya veo, conocer la verdad ha hecho que tu humor mejore también. Siempre has sido muy amargada.

Ignoro su comentario con la mano.

—¿A quién encontraremos en el Departamento de Biotecnología?

—Un amigo. Nos ayudará, bueno, eso espero. —Contesta.

Permanecemos en silencio el resto del viaje. Antes no me gustaba estar en silencio, sentía que estaba sola, muy sola, pero más que el sentimiento de soledad, lo que odiaba era el recuerdo de la primera vez que me sentí sola y todas las veces que lo había sentido después; y la soledad poco tiene que ver con las circunstancias físicas.

Sin embargo, ya no estaría sola nunca más. Tenía a mi mente.

—Entonces, ¿sigues siendo amigo de Fred?

—No sé si él me considere su amigo, pero me debe estar de mi lado. Le conviene. 

—¿Acaso la amistad no es una conveniencia?

—Entonces somos amigos. 

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