Sigmund
El silencio, el silencio se hubiese roto con el silbido del viento, el canto de un ave, el ruido del agua, o el chillido de algún animal; y precisamente porque no había ninguna de estas cosas, existía el silencio.
La tímida voz de la desconocida fue la cual doblegó al silencio, y por un momento Sigmund se permitió creer que era la de Victoria, pero no fue así.
¿Aún era la tarde de abril de 1984?
—Quizá el empezar hablando sobre mi es el mayor acto de egocentrismo que tenga, pero es precisamente sobre mi persona de quien quiero hablarle. Como verá, las circunstancias nos han llevado a reunirnos, de lo cual, por cierto, debe estar aliviado, porque están en busca de su cabeza... y la mía de paso.
—Mi cabeza... —masculló Sigmund — ¿Qué planeta es este?
—Nosotros le llamamos Tierra, señor.
—Eso es imposible, vengo de allá, y aquí... parece cualquier cosa menos la Tierra.
—Bueno, creo que han ocurrido ciertos episodios y esta no es "su" Tierra precisamente.
—Mi planeta es el tercero del Sistema Solar, en la Vía Láctea, ¿este cumple las mismas características?
—Técnicamente, sí.
El hombre observó con detenimiento a la joven, a pesar de que sus palabras parecían seguras, su postura reflejaba casi el mismo desconcierto que él sentía. ¿Por qué te pareces a mi esposa?
—¿En qué año estamos?
—En 2154, es el siglo XXII.
—Tal vez tuve un salto al futuro, pero...
—¿Es eso posible? —balbuceó Zoned.
—Esa es la pregunta.
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El Gen
Science-FictionZoned me describió su despertar, y supongo que de alguna manera comprendí las palabras que salieron de sus resecos labios. Me gustaría poder invadirla de preguntas, cada noche invento una nueva, pero por ahora solo me queda recordar sus frases inco...
