Tras salir del ensueño y confusión, que le causó haber caído de un precipicio, escucha la lejana voz de su compañero.
—¿Me escuchas? Victoria, nos encontraron, nos están siguiendo...
La joven se mueve un poco, y deja ver un rastro de sangre en la blanca nieve.
—¡Despierta Vi! Nos van a alcanzar.
Ella intenta levantarse, pero solo consigue quedar sobre sus rodillas. Se permite observar el cenit,¿qué hora es en Normandía?
Sigmund se arrodilla junto a ella y toma sus manos.
—No... no lo harán. En mi maleta — dice mientras tose y deja otro rastro de sangre —está el código... es un anagrama.
—No tengo el escáner ahor—
—Tengo uno en el bolsillo más pequeño.
El chico abre la mochila y busca la memoria que contiene el código, se sorprende al ver la cantidad de gadgets que contiene.
—Cielos Vi, ¿cuándo robaste todo esto?
— Pensé que si lo lograríamos... y he venido coleccionando algunas cosas, en Nueva Normadía de 1980, los calabozos de DeCampull de 2030... Sigmund, se acercan, están a menos de 200 km.
—Claro, claro. ¿Lista?
—No podemos ir juntos está vez.
— ¿De qué hablas? Dame tu mano.
— El escáner, es de primera generación, soporta solo una carga a la vez.
—Entonces úsalo tú primero. Ajustaré la—
— No se puede. Todo funciona con el azar.
La mira con miedo.
—Tranquilo... te llevará a la mejor estrella posible, tal ves cerca del Cinturon de Orión.
—¿Qué pasará contigo?, Vi, estás muy herida.
—Ambos sabemos que me necesitan con vida, aunque estaría agradecida si me liberaran de lo que soy.
—¿Mi esposa?
Victoria se rie con dificultad, y se juntan en un cálido abrazo que prolongan con peligrosidad, probablemente porque tienen la noción de que será el último que compartirán en aquel universo conocido.
—¿Estarás bien? —pregunta Sigmund.
—Es mi única opción. Cuídate. Recuerda que floreceremos en el multiverso.
—Como una hoja perenne.
Ella sonríe.
—Las hojas no florecen.
—Lo sé
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El Gen
Science FictionZoned me describió su despertar, y supongo que de alguna manera comprendí las palabras que salieron de sus resecos labios. Me gustaría poder invadirla de preguntas, cada noche invento una nueva, pero por ahora solo me queda recordar sus frases inco...