Epílogo

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Narra _____:

   Lo seguí, veía aquellas esferaz a la par de sus pasos y deseaba intensamente que nuevamente sus pantalones estuviesen abajo, sin saber yo que allí estaba el choripán y no la sopa paraguaya. Antes de que su lánguido cuerpo se sumergiese completamente en esa eterna luz de abandono, tomé su mano una vez más. Sus seguían húmedos sus dedos por lo que había estado por pasar hace un rato.
Rubius- ¿Qué ocurre muyaye?
______- ¿Qué somos? -pregunté mientras sentía las lágrimas correr por mis ojos 3:
Rubius- Voy a dejar youtube.
_____- No contestaste mi pregunta.
Rubius- ¡Que ya no somos nada muyaya!
_____- ¿Que quieres decir con eso?
Rubius- Yo maté a tu madre, yo fui quien la chocó
_____- No - dije sin poder creerlo- no puede ser cierto - mi estómago se sentía revuelto
Rubius- y también envenené la Fanta que acompañaba aquel pancho con katchup
_____- C... como? Que? C... Cuando?
Rubius- Estaba cansado de tus comentarios en mis vidios, no me dejaste otra opción. Aquella tarde tarde en el restaurante, ya sabia quien eras.
_____- E... es mentira
Rubius- no lo es. Descansa muyayita.
 
   Mis ojos comenzaron a cerrarse a medida que mis extremidades se adormecían. No podía creerlo, pensé que Dios nos había hecho para estar juntos, para unir nuestras vidas y salvarlas entre tantos besos y caricias. Llegó un punto en el que mi alma no podía conectar con la tierra y huía al cielito lindo. Rubén Doblas Gundersen, maldigo el día en que te conocí y espero que Dios no perdone tus pecados. Este es mi fin. A quien sea que esté leyendo mi historia: los quiero mucho, adiós y puto el que lee.

Como crema de oreoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora