Blindfold

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Para dormir, cualquiera gusta de usar un antifáz para que no moleste cualquier halo de luz en los párpados.

En el caso de Viktor Nikiforov, él adora ver a Yuuri con antifáz... para hacerlo desesperarse al no saber qué movimientos hará para volverlo loco.

—Vitya, quiero verte.

—Siénteme, Yuuri —gruñó en respuesta.

Estaban en la cama, el ruso sobre el regazo del nipón, quien tenía las manos amarradas sobre su cabeza y sus mejillas sonrojadas junto a la escurridiza sonrisa que cargaba en ése momento, porque sabe que a Viktor le gusta hacerlo sufrir.

—V-Viktor... P-por favor...

—Yuuri —un gruñido salió de su boca antes de bajar un dedo lleno de saliva hasta el pezón derecho del menor, y rodearlo con presión.

—¡Oh!

Se comienza a retorcer mientras siente el toque de Viktor sobre él, pero no se espera que capture el izquierdo con los dientes.

—¡Viktor!

La tensión se acumula en sus atadas manos, tironea de ellas y al verse imposibilitado de movimiento, sólo atina a subir y bajar sus caderas, como si embistiera al platinado que se excita al oírle gemir su nombre y quien siente el endurecido miembro del menor bajo la tela de sus calzoncillos.

—Quiero que sea con mi boca nada más.

—¿Q-quieres que m-me corra con sólo tus toques? —el ceño alzado del nipón demostraba que le asomaba bien la idea, pues se formó un jadeo profundo desde su ser—. Oh, por favor, sí —suplicó.

El platinado estaba contento con su trabajo, Yuuri estaba siendo muy receptivo a sus manos.

El quiebre que le llevó a correrse finalmente fue sentir que la boca de Viktor viajó por todo su torso, marcando y chupando a su antojo. Cuánto hubiese dado por verlo meter la lengua en su ombligo mientras pellizcaba ambos pezones con regocijo y los frotaba con sus palmas, pero el antifáz limitaba cualquier vista.

Aunque eso le paró el oído.

—Menuda corrida, amor —dijo Viktor para finalmente sacar el antifáz de la cara de Yuuri, quien se acopló a la luz y casi tiene otro orgasmo al ver a Viktor tomar el sémen que salió de él y frotarlo en su propio miembro mientras volvía a pellizcar uno de sus pezones con la mano libre.

—Vas a matarme, Vitya...

—De placer, Kobuta-chan~...

[...]

OuO

Nos vemos, ¡besos!

¡Davai~!

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