Rub It, Rub Rub

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-¡Frótalo!

-¿Así?

-¡Oh, mierda, Viktor!

Yuuri había ido con Viktor a una tienda especial para comprar unos calcetines rayados que le habían gustado al verlos por internet, y para su buena suerte, en la tienda, quedaban cinco pares, todos de diferente color. Los compró todos gracias a la insistencia de su esposo ruso, a quien le vino una idea bastante sugerente a la cabeza cuando se las probó para que Yuuri viera la elasticidad de las mismas.

Por consiguiente, Yuuri ésa mañana había despertado más caliente que nunca gracias a un sueño muy erótico que tuvo, con una erección de los mil demonios que Viktor no tardó en comenzar a trabajar, pero el nipón deseaba que Viktor hiciera lo mismo que en el sueño.

-Mngh... -gimió el azabache, y sus ojos conectaron con la bolsa olvidada el día anterior en la cómoda.

Viktor siguió la mirada chocolate, y entendió que su idea no esperaría más a ser procesada. Tal parece que su cuerpo y el de Yuuri se conocen bastante bien. Abandonó de su boca el pene de su marido y se movió hasta la bolsa, tomando dos pares.

-¿Cuáles quieres, amor?

-L-Las negras c-con rayas blancas -jadeó.

Viktor sonrió con lascivia, y se inclinó con un calcetín, poniéndolo lentamente por sus pantorrillas, hasta llegar debajo de la rodilla, justo donde llegaban las dos rayas blancas. Hizo lo mismo con el otro, sus movimientos seductivos y usando su sonrisa ladina que volvía loco al nipón, con un ojo bajo su flequillo.

Viktor era todo un demonio vestido de ángel.

Caminó de vuelta a la cama, pero en vez de inclinarse, posó ambas manos en sus caderas y el pie derecho...

...encima del miembro bañado en saliva y pre-semen de su amado.

Comenzó con un poco de presión en la base y movimientos suaves de arriba a abajo, sintiendo lo húmedo traspasar la tela, pero lo que más le ponía en ése momento, era ver la cara enrojecida pero llena de satisfacción de Yuuri.

—Oh, santa mierda.

—Uf, ¿tan bueno está?

—T-te lo haré a la p-próxima oportunidad. Oh, por Dios —mordió su labio inferior y tiró la cabeza hacia atrás, dejándose llevar por completo.

Estuvo Viktor un rato así, haciendo delirar a Yuuri, hasta que le pidió que se arrodillara en la cama. Yuuri, confundido, lo hizo, y vió cómo Viktor se acostó boca arriba frente a él, apoyando el peso sobre sus codos y antebrazos, y luego subió ambos pies hasta su miembro, y con ellos juntos, empezar movimientos ascendentes y descendentes por ése músculo necesitado de liberación.

La reacción inmediata de Yuuri fue jadear de pura impresión y menear sus caderas atrás y adelante, siguiendo los movimientos de Viktor, gruñendo, y soltando majaderías en su idioma natal.

—¡V-Viktor, ya no podré...!

No terminó de decir, cuando Viktor recibió en todo su cuerpo, calcetines y cara, la esencia que prácticamente saltó del pene de Yuuri. Contento con su trabajo, Viktor agarró del semen ajeno y, así como estaba, comenzó a autopenetrarse con los dedos, sosteniendo una de sus piernas abiertas, las calcetas negras contrastando con su blanca y sonrojada piel.

Era demasiado para el japonés.

—Te voy a joder tan duro que pedirás que pare —dijo el azabache, recompuesto para continuar y aliviar la dolorosa erección del ruso.

—No quiero que pares, あなた —contestó, para sostener sus piernas abiertas.

Ésa mañana será larga.

[...]

😏 Jeje, nos vemos, ¡besos!

¡Davai~!

Pd: Les dejo de tarea buscar qué significa lo que escribí en japonés 7u7r

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