Buen viaje, amore

7.Capitulo

La mañana llegó más rápido de lo esperado, y al levantarme ya sentía la falta del calor de las suaves mantas. El reloj no sobrepasaba las siete, pero hoy necesitaba levantarme pronto, ya que sería mi primer día de prácticas, oficialmente dicho. Antes de nada inspeccioné un poco la habitación, solo había estado en ella para dormir, e inconsciente no se conoce un lugar. Estaba decorada con colores pastel, la cama ocupaba la mayor parte del espacio, pero igualmente allí se podría jugar un partido de futbol fácilmente. También contaba con un vestidor, y el baño era impresionante, los azulejos eran marrones, tenía un espejo enorme en el centro, pero la bañera era la verdadera protagonista de la habitación. Era ovalada y de un blanco puro, y yo sentía que me llamaba a gritos para que me tomase un baño en ella, la verdad es que no la hice esperar mucho. Suelo acostumbrar a darme un baño relajante cada vez que puedo, y hoy me había levantado con tiempo de sobra, no tendría que bajar a desayunar hasta las nueve.

El agua burbujeante se sentía increíble en mi piel, el aroma a rosas del jabón era exquisito, y la música de mis grupos favoritos (Imagine Dragons, Coldplay, One Republic...), hacían que me sintiera mejor que en el paraíso, necesitaba esto.

Sin darme cuenta el tiempo pasó, y ya eran las ocho y media, así que me vestí y baje al hall. No tuve que esperar mucho ya que Francesco apareció cinco minutos después.

-Buongiorno piccolina-me saludó dulcemente

-Buogiorno, Francesco-le devolví el saludo

-¿Te gustó Berna?-me preguntó mientras nos dirigíamos al bufé

-Sí, la verdad es que no me esperaba que me gustase tanto, pero me sorprendió para bien-contesté alegre-La gente es bastante cerrada, pero tuve la suerte de conocer a uno que resultó ser todo lo contrario a sus compatriotas.

-Cuéntame-me incitó

-Se llama Hans, y es muuuuy extrovertido y alegre, es tan abierto que incluso me ha invitado a conocer a su familia, nos queremos tanto ya que fijo que nos casamos dentro de poco-bromeo

-Si es así, espero recibir invitación-sigue Francesco

-Serás el primero de la lista-rio-El caso es que la semana que viene va a Corippo a visitar a su familia, y dice que pasa cerca de donde nos vamos a alojar en los Alpes, así que aprovecharé los días libres que tengo para ir con él. Espero que su familia se parezca a él y sean igual de afables porque si no...

-Una persona tiende a parecerse a quienes le rodean, así que no creo que sean muy diferentes-reflexiona él

-Pues tú y tu hijo no os parecéis mucho-suelto sin pensar y al momento me arrepiento, quizás le siente mal, y está en todo su derecho, no les conozco lo suficiente como para juzgarlos. Pero más que tomárselo mal parece que le ha hecho gracia

-Mi hijo y yo podemos ser muy diferentes sí, pero en el fondo nos parecemos-dice el sin un ápice de enfado

-¿Cómo puedes decir eso?, tú eres un hombre divertido, dulce, cariñoso, abierto...y él...es gilipollas-muy bien Iraultza, hoy te llevas el premio a la más sincera

-Entiendo tu opinión, yo lo he pensado varias veces-reconoce

-¿Lo has hecho?-cuestiono sorprendida

-Más de una vez, tiene la sangre más que caliente, y la boca le pierde- cuenta

-En eso debo decir que no es el único-reconozco

-Pero estoy seguro de que os llevareis bien en cuanto os conozcáis más-continua

-Si tú lo dices-prefiero dar por zanjada la conversación, al fin y al cabo, él es el que más conoce a Aless -Por cierto, ¿Dónde está?-