Mi Sexy Boos (KooKmin) ~ [Terminada]

💕1. No puede ser....

— 11 años atrás —

Park Jimin, era un Joven que siempre había luchado por conseguir lo que quería, este siempre tuvo que trabajar para poder darse sus lujos, no tan caros ya que lo poco que podía hacer sin haber terminado sus estudios, no le generaba más que ocuparse de comer el día a día, hacer trabajos de medio tiempo, e incluso ayudar a las personas con sus comprados a las afuera del supermercado, estas pocas monedas eran lo que le aseguraba un día más de vida, para muchos podría ser poco, pero para el pequeño de 15 añitos era todo, sus padres habían muerto de la manera más inesperada posible, para cualquiera, dejándolo solo, desprotegido y sin ninguna herencia.

Hablar de como fue su vida después de que se quedó completamente solo, era lastimoso, pues dentro de esos años entendió, que tenía que trabajar el tripe que la gente normal para el poder llegar a tener un plato y una cobija con que sobrevivir, los primeros tres años fueron difíciles, pero mediante el tiempo pasaba iba acostumbrándose a su nueva vida, no era imposible, pero sí muy difícil...

Después de tener todo a ahora no tenía nada...

Cuando su vida estaba mejorando en las calles después de cinco años de la muerte de sus padres, encontró un trabajo, que le permitía tener un pequeño cuarto, comida y cama, lo suficiente como para conservarlo, había puesto tanto esfuerzo durante esos dos años.

Se había desvivido por ese pequeño restaurante, hasta que su jefe, comenzó a exigirle, el alojo y comida que le proporcionaba por un poco de sexo.

Rehusándose a perder la dignidad, volvió a las calles por unos cuantos meses hasta que por asares del destino, que tuvo piedad y misericordia de él, hizo que se topara con su tío, que hacía años que no contactaba con su padre, que incluso juraría que no fue a su funeral...

- Actualidad -

— "$ 0.29 centavos joven"

Hablo la señora detrás de la vitrina donde Jimin había puesto todas sus esperanzas, siendo estrujadas, masticadas y escupidas en su cara, por segunda vez al oír su capital, esos miserables centavos, era lo que le separaba del desalojo de su departamento, y que le quitaran lo poco que había logrado conseguir con mucho esfuerzo.

— Padres ayúdenme — Fue una plegaria que quedo atorada entre su orgullo y las ganas de echarse a llorar.

Hace ya tres años que había salido de las calles y estaba a punto de regresar ahí.

Ya hacía tiempo desde que sus padres le dejaron, diez años para ser exactos, y aun sentía como si fuera ayer, quien había llegado de estudiar y recibir la noticia más tráumante de su vida, sentía escalofríos de solo recordarlo.

Cuando su tío lo encontró en el callejón que fue su casa durante meses, lo llevo a su casa, lo trato como un verdadero hijo, le dio cama, ropa, comida e incluso trabajo, por un tiempo fue perfecto.