Millie era una chica de 16 años con una vida normal, tenia un mejor amigo, y por cuestiones de la vida este se mudo, lo que ninguno de los dos sabia era que estaban perdidamente enamorados el uno del otro, tras este secreto guardado desde su niñez...
-Te vas a arrepentir de esto niña- esas palabras recorrian mi mente, la verdad era que no le temia a Jacob, pero me preocupaba que pudiera hacer algo que perjudique a Finn, el estaba empezando con su carrera musical, Jacob tambien asi que no me extrañaria que quisiera perjudicarlo en algo, como su competencia.
Habian pasado dos meses desde que Finn y yo arreglamos las cosas, desde que me despertaba los Lunes por la mañana, lo unico que queria era que llegara el Sabado, era el dia mas feliz de mi semana, no importaba si algun otro dia de la semana pasara algo extraordinario el dia mas feliz de mi semana, era el Sabado, por que ese dia venia Finn, ese dia nos podiamos ver, desde que me arregle con Finn, el viene a la ciudad todos los fines de semana, llueva, truene, o relampaguee, el viene, pasamos todo el dia el, los chicos y yo, era un dia perfecto, pasara lo que pasara.
Hoy era ese dia.
Buenos dias Amor, llego en media hora.
Finn
Muy bien, Finn estaria aqui en media hora y yo no estaba lista, salte de la cama como pude con direccion a la ducha, al salir de ahi tome la ropa que me iba a colocar, la cual consistia de unas converse blancas, un vestido blanco con rayas negras muy secncillo, y una camisa atada a la cintura.
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*Narra Finn*
Le dije que llegaria en media hora, pero la verdad era que ya estaba en la ciudad, estaba armando junto con los chicos una sorpresa para Millie, ella era muy importante para mi, y creo que ya era tiempo de pedirle que fuera mi novia, por lo que queria hacerle una sorpresa, con todos los chicos, ya todos sabian mis planes, pero no sabian que era para pedirle un noviazgo a Millie, asi que seria una sorpresa para todos.
-Finnie- grito saliendo de la casa.
-Mills, amor- dije tomandola por la cintura y levantandola del suelo, la puse devuelta en el suelo, para darle un pequeño beso en los labios, tan suave, sus besos eran asi, pero nos comunicaban, nos decian todo lo que las palabras no podian, era nuestra manera de decirnos todo lo que sentiamos por el otro.
- ¿Que vamos a hacer hoy?- pregunto divertida mientras poniamos el auto en movimiento, directo al centro comercial.
- Primero te voy a dar un regalo-
- ¿En serio?- pregunto con sosteniendo mi mano.
-Si, eres la mejor asi que te mereces eso y mucho mas- ella sonrio, dandome un pequeño beso.
Llegamos al centro comercial en unos cinco minutos, bajamos del auto e ibamos caminando por el estacionamiento tomados de la mano, hablando de cosas triviales. Ya en el centro comercial, estabamos cerca de la tienda donde encargue el vestido de Millie, si, eso era parte de la sorpresa, asi que deberia ir a recogerlo yo solo.
- Mills , ¿me puedes esperar aqui?-
- Si, claro- dijo y se ssento en una banca, mientras que yo cruzaba en un pasillo que daba a la tienda.
