El sol brillaba por la mañana, las calles estaban desoladas, todo el mundo tenía las miradas puestas en el concurso. A pesar de que el paisaje era muy medieval tenían la tecnología para poder transmitir un programa de televisión. En esas pequeñas casas de paja había un televisor y cada familia que no tuvo cupo en las gradas se dispuso a verlo desde la comodidad de un sofá o una silla.
A Aleksandru y a mí nos vendaron los ojos y nos llevaron hacia el castillo desde la entrada junto con las demás parejas de concursantes, podía escuchar los gritos de euforia de la gente, el respirar de los demás concursantes y la voz de Aleksandru que me decía:
-¿Recuerdas las reglas?- Mientras caminábamos guiados por una cuerda atada a nuestro cuello, esto me recordaba esos días donde capturábamos prisioneros del bando rival, atábamos sus manos y los uníamos a todos con una cuerda amarrada a sus cuellos, los llevábamos a nuestro campamento para acribillarlos, era fantástico.
- Si, si las recuerdo- le dije con gusto, mi corazón latía velozmente sabía que había llegado la hora de demostrar mis habilidades.
Cuando por fin nos descubrieron los ojos habíamos llegado a una habitación, enfrente se encontraba una urna, comenzaron a pasar a cada pareja de concursantes a sacar una pelota con un número y ordenarlos en el lugar correspondientes en un diagrama de árbol emparejándolos entre sí.
Finalmente llego nuestro turno, mientras pasábamos al frente Aleksandru comenzó a reír en voz baja.
-¿de qué te ríes?- le dije murmurando, no quería que nadie me escuchara.
-De lo emocionante que es esto, ¿no crees lo mismo?- me contesto con cierta emoción en su rostro, no podía dejar de reír mientras caminábamos.
Aleksandru metió la mano en la urna y de golpe saco la bola color blanco con el numero 8, somos la última pareja en el combate, en lo personal me alegró así podría ver los errores de los demás y sus fortalezas.
Cuando las parejas terminaron de pasar nos dirigieron a unos vestidores y una vez más me sorprendí, cada pareja tenía su propio vestidor, y dentro de ellos se encontraba una vestimenta única, en toda mi vida nunca había visto una ropa de combate como esa, era una camisa color negra y pantaloncillos también de color negro, esta vestimenta en particular se amoldaba muy bien a los músculos de mi cuerpo, a pesar de que estaba muy pegada la tela la sentía muy cómoda y su textura era muy suave, a diferencia de las ropas camufladas que llevaba puesto al llegar a este mundo que eran muy incomodas y rígidas, a pesar de que mi cuerpo ya se había acostumbrado a llevarlas no podía soportar más de un día llevarla puesta, también había una armadura de acero muy diferente a lo que relatan los libros de la edad media que había leído desde pequeño, el peto solo cubría mi pecho, solamente había una hombrera y era la del lado izquierdo, dos brazales con guantes, un cinturón y unas botas de cuero estilo militar.
-¿Cómo te sientes?- Me dice Aleksandru mientras comienzo a probarme el peto de la armadura
-Un poco nervioso, ¿tú como estas?- le respondo
-Emocionado- Me dice con una sonrisa –Me encantan estas cosas, ¿te parece si repasamos las reglas?-
-Está bien-
-Muy bien, recuerda, solo hay cinco reglas de combate en este mundo los cuales se tienen que respetar a toda costa de lo contrario puede costarte la vida, no cumplir con alguna causaría una catástrofe en el reino del corruptor.
Regla número uno, la cantidad de tu tropa tiene que ser proporcional a la de tu enemigo.
Regla número dos, cuando el rey haya sido neutralizado ningún otro ser vivo deberá de morir
Regla número tres, el perdedor del combate tiene que ceder a los deseos del ganador excepto la esclavitud de raza
Regla número cuatro, de no ceder ninguno de los dos bandos podrá declararse un empate y las dos partes podrán hacer una petición a la parte contraria.
Regla número cinco, nunca se podrá hacer un ataque sorpresa o traicionero, todos los combates tendrán que ser acordados por los dos bandos.
Estas reglas se aplican a todos los combates en este mundo ya sea entrenamiento, elección o duelo real.-
-no te preocupes, toda mi noche la ocupe en memorizar todas y cada una de esas reglas-
Terminamos de ponernos nuestras armaduras y salimos al palco donde se encontraban todas las parejas sentadas como espectador esperando su turno respectivo.
-oye, ¿también recuerdas que se hace en un combate de elección?, te lo dije ayer- me dice mientras toma de la bebida que le había pedido a un mayordomo que se lo ofreció amablemente.
-sí, el candidato a rey elige sus armas antes del combate y siempre tiene a un comandante que en este caso tu eres el mío ¿no es así?, además de que no se puede matar a ningún adversario solamente se tiene que neutralizar al contrincante hasta que no pueda seguir en el combate y cada bando solo tendrá cinco integrantes, un rey y un comandante, claro que recuerdo todo, de lo contrario ¿cómo podría ser un rey?- le dije mientras observaba el combate de los dos primeros candidatos.
Todos los participantes fueron pasando y todos eran más fuertes que el anterior, su estrategia militar que empleaban era muy avanzada, no dejaban ninguna debilidad a la vista o al menos eso es lo que pensaba hasta que por fin descubrí el secreto de todas las estrategias y no creo que sea una coincidencia.
Este es mi capitulo 5, en el proximo capitulo se llebara acabo la confrontacion.
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bellum
Fantasy¿quien ganaría si peleara un vampiro contra un elfo? o si peleara un hombre lobo contra un ángel. Un mundo gobernado por el caos, los humanos se han convertido en la gran amenaza del planeta y solo un hombre es capaz de dominar medio mundo, hasta qu...