Al fin llego mi turno, yo sabía que solo tenía una oportunidad para avanzar, mi contrincante era uno de los favoritos.
Mientras estaba en la habitación antes de entrar al combate cinco personas entraron a la misma, eran mis hombres.
-General, estamos a sus órdenes, cuente con nosotros para lo que necesite- me dice una de las personas mientras todas las demás lo observan y se encuentran en posición de firmes frente a mí.
-Escuchen todos- grite, mis pulmones se llenaron de aire, me sentí liberado y lleno de cierta nostalgia por todos los años que había pasado en la tierra haciendo lo mismo, sentí una profunda emoción en mi corazón, por mis venas corría la adrenalina y me encantaba –Este no es un día normal, todos estamos aquí por un objetivo común, ¿saben cuál es?-
-ganar- me responde otra de las personas paradas frente a mí, Aleksandru se veía muy calmado, es como si no tuviera preocupaciones.
-No, estamos aquí para darnos a conocer, ganar es lo de menos, la victoria no sabrá a nada si no dejamos todo en el campo de batalla, este es el momento en que unimos todos nuestro corazón y luchamos para lograr una victoria, no para el pueblo si no para nuestro espíritu-
Esas fueron las últimas palabras que dije antes de elegir mi arma de combate.
Salimos al coliseo, había montículos de arena, bolsas de tierra reunidas haciendo trozos de paredes, en verdad parecía un campo de batalla, todos los hombres tenían un rifle con dardos eléctricos, eran lo suficiente como para simular el dolor de una bala real, el sol daba justo en mi rostro y hacía un calor de los mil infiernos, el equipo rival también salió de una puerta al igual que nosotros, su comandante era robusto, muy grande, una cicatriz en su rostro dejaba ver su experiencia en batalla, sus hombres se veían decididos y listos para el combate.
-Aleksandru, confío en ti, ayúdame por favor- le digo mientras miro el reducido campo de batalla que hay a mi alrededor.
-Oye, sé que fue secreto el arma que elegiste, pero, podrías decirme ¿qué elegiste?- me dice con cierto gusto en su rostro
-Es una sorpresa, tendrás que esperar-
Hacíamos los últimos preparativos antes del combate, repasamos una vez más la estrategia, el equipo contrario hacia lo mismo, una voz en un parlante se escuchó, había dado la orden para comenzar el combate, el momento había llegado.
Las fuerzas rivales se desplegaron y comenzaron con el ataque sin espera, los dardos volaban a nuestra dirección sin cesar mientras mi equipo y yo nos refugiábamos en la barrera más grande de costales de tierra.
-Todo va de acuerdo al plan- dice Aleksandru con una sonrisa muy confiada.
-Claro que sí, todos los expertos hacen lo mismo, cuando sus fuerzas atacan primero es más probable que reduzcan de inmediato el número de combatientes rivales, pero, yo no soy un experto, yo soy un maestro en esta arte, ¿todos listos?- les grito a mis hombres mientras esperan mis órdenes –bien, ahora-
Mis soldados comenzaron a escabullirse pecho tierra a los montículos más cercanos aguantando al rival lo más posible sin disparar un solo dardo.
-Ahora- grite desde la muralla de tierra.
Todos comenzaron a disparar y de un solo tiro acertaron en la cara de los rivales dejando solo al comandante, su rostro se veía confundido, no podía creer lo que estaba pasando, su estrategia perfecta había quedado destruida, mis hombres comenzaron a rodearlo, él disparaba sin dirección sus dardos, no podía acertar ni uno solo hasta que por fin se terminaron sus dardos.
Me acerque de frente a él para saber cómo se encontraba y reunirme de nuevo con mi equipo.
-¿Cómo? ¿Cómo fue posible que ganaras? Yo estaba destinado a convertirme en rey, no tu- me dice con sus ojos extraviados, la locura se apoderaba de él –Nadie había podido con mi estrategia hasta ahora, dime como lo hiciste, dímelo, ¿en que falle?-
-¿en verdad quieres saber?, bien te lo diré- le digo mientras des aceleraba mi respiración y me tranquilizaba un poco, abrasé a Aleksandru rodeando su nuca con mi brazo como un amigo lo haría habitualmente –Pues resulta que este tipo, hizo algo que tu no, te investigó, antes de atacar hay que tener bien claro lo siguiente, él que se conoce a sí mismo y al enemigo, siempre ganara, es por eso que yo conozco muy bien a mi equipo, también me di la libertad de investigarlos a todos es por eso que, Esteban, tengo algo que hablar contigo más tarde-
-Que bien, reconozco tu superioridad, pero, te has olvidado de algo- me dice mi rival tirado en el piso.
Saca una espada de su espalda, la había tenido escondida todo el tiempo, se levantó como un rayo y se dirigía hacia mí corriendo dispuesto a todo para ganar, yo me encontraba de espaldas ya que estaba dispuesto a irme, él gritaba “Esto aún no acaba, todavía tengo el arma que elegí antes del combate”. Antes de que pudiera acertar el primer golpe Aleksandru disparo un dardo en su frente, calló al piso retorciéndose de dolor hasta que por fin se detuvo, ya estaba desmayado por la descarga eléctrica que recibió.
-Tendrás que darme un bono por esto- me dice Aleksandru con una sonrisa mientras guardaba su arma y caminaba detrás de mí.
-No te preocupes, ya has hecho más de lo que te he pedido, gracias-
Mi primera victoria en ese nuevo reino había sido satisfactoria, mi experiencia en la tierra me había ayudado mucho, mientras me retiraba, el público que había ido a ver el combate estallaba de emoción, gritaban, saltaban y aventaban sus pertenencias por todos lados, es la primera vez que me siento orgulloso de un trabajo tan fácil como el de ese día.
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bellum
Fantasy¿quien ganaría si peleara un vampiro contra un elfo? o si peleara un hombre lobo contra un ángel. Un mundo gobernado por el caos, los humanos se han convertido en la gran amenaza del planeta y solo un hombre es capaz de dominar medio mundo, hasta qu...