cena 3/4 (Tania)

13 2 1
                                    

Disculpen por faltas de ortografía

En medio de mi hermoso sueño, siento cosquillas en mi hombro, además del olor de Tara. Tardo un poco en reaccionar, pero apenas logro tener conciencia y darme cuenta que esta sobre mi la pateo y pobroco que caiga al piso, o eso esperaba ya que calló en el agujero de la puerta y termino en el segundo piso

Me grita un par de groserías pero luego vuelvo a dormirme.

Minutos despues vulvo a sentir que me despiertan, pero esta vez logro reconocer el aroma de Nam. Poco a poco tomo conciencia y recuerdo que tengo el hombro descubierto; en ese hombro tengo las cicatrices que Nam nunca a visto. Recciono rapido, lo cubro y me levanto.

Nam me trata de detener pero lo miro y el entiende que no lograra nada preguntando ya que o le mentire, o simplemente no dire nada

Sé que a Nam le duele el no haber podido protegerme, y sé que me quiere. Es por eso que debo protegerlo. Aunque eso implique mentir.

Salto abajo y voy directo al baño. Tomo una ducha rápida, vuelvo arriba y me visto con jeans ajustados azul marino y una camisa blanca grande que de seguro era de Namjoon. Era.

Con Tara hoy vamos a buscar un uniforme de mi talla, así que apenas Nam termine de regañarla, nos iremos.

-Te he dicho millones de veces que tengas cuidado, no puedes estar siempre rompiendo...

Suelto una carcajada cuando en un movimiento con su brazo golpea un florero, que cae y se rompe. Me mira fulminante.

-Bien, qué caso tiene. -refunfuña y se va por las escaleras.

-Vamos de una vez, enana.

La tomo de la cabeza y enseguida ella me golpea en el abdomen. Sí, justo ahí.

-Maldita Bastarda.

Todo el camino me fui confundiendo, así que Tara optó por tomarme de la ropa y guiarme. Cada vez doblaba por donde no debía, y ella se enojaba y me arrastraba. Es irónico que una enana me ordene y me regañe, si tan solo supiera que no escucho nada de lo que dice.

-¿No tiene una falda que no muestre tanto? -pregunto irritada. Todas son cortas, se nota que la altura coreana promedio es muy, muy baja.

-No señorita. -Vaya, estoy dominando el idioma.

-¿Cuál es la obsesión que tienen con mostrar las piernas? -vuelvo a quejarme.

-Es lo que hay. -dice Tara.

Me quito la falda y vuelvo a ponerme los pantalones. Terminamos de comprar y yo salgo primero y doblo hacia lo que creo es la izquierda. Sigo caminando hasta que dejo de reconocer el camino.

- ¿Es por aquí, verdad Tara? Tara...

No está. Carajo.

Sigo caminando en busca de algún indicio para reubicarme, pero lo único que reconozco es la voz del rubio oxigenado. Doblo por una esquina y lo veo acuclillado frente al amigo de Tara.

-La dieta deberías hacerla tú, Kim Kardashan. -me burlo llegando a su lado.

Jimin comienza a recoger sus cosas y cuando hacemos contacto visual busco en su mirada algo de valor, algún ápice de coraje. No lo encuentro.

-No.

- ¿No? Me parece bien.

Dejo caer mi mochila antes de comenzar a golpearlo. Él no logra más que rasguñar mi brazo y un lado de mi cuello.

Apenas termino con él, llevo a Jimin a su casa. Es extraño que me tema tanto, no he apuñalado a nadie ni he tenido una pelea mortal frente a él.

Stray ¤BTS¤ *EN PAUSA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora