Su primer error fue presionar el botón rojo, el último, no lo sabes todavía. "Cuando no sales de casa, cuando te obligan, cuando te obligas a no salir para vivir ese caos, todo parece ir en el orden correcto, hasta que descubres porqué las personas prefieren salir un lapso de tiempo fuera de sus hogares.
No te importa ni incumbe mi nombre, ni mi ciudad, ni mi edad, aunque trates de sacar cuentas a medida que avance esta cinta, no lo lograrás, datos incompletos e informaciones no dichas encontrarás aquí, no es por nada ni nada contra ti, al contrario, pero yo saldría de aquí cuanto antes, antes de que escuches otra oración y te arriesgues a comprender mi mundo, ¿vale la pena?
Muy tarde, si has llegado hasta aquí seguramente ya habrás notado el olor de la casa, a putrefacción por mi cuerpo, en tu tiempo estándar, colgando de mi techo, que de ahora en adelante será tuyo, lamento eso, o en realidad no, no me interesa ni lo mínimo que puedas decir, o sufrir, te has condenado solo, no quieres tu vida, eso lo sé perfectamente, si estás oyendo esto.
Te dirás a ti mismo ¿quién es este loco? O loca, no lo sabes, no sabes nada, recuerda eso. Mi relato es corto, querida o querido amigo, o en realidad odiado u odiada extraña o extraño, te lo contaré, te advertí más de dos veces, no soy el malo, o la mala aquí, lo eres tú por no quererte lo suficiente como para parar.
Mi querida "fobia" como lo llaman esos asquerosos rufianes que invaden mi hogar, aquellos "profesionales", como los llama la insípida sociedad, comenzó hace más de siempre, no diré tiempos, al menos en esta oración, lo recuerdo perfectamente, era invierno, mi mejor amigo me había dejado, decía que estaba enloqueciendo, ¡qué estaba mal en todo! *Risa frenética* ¿¡PERO QUÉ HA DE SABER ÉL!? ¿¡¿QUÉ HA DE SABER LO QUE OÍA YO?! ¡LO QUE SUFRÍA POR TENER TANTAS PREOCUPACIONES! ¡LO QUE SUFRÍA YO POR HABER VIST...! ¡O espera! *Risa suave* demasiada información, o no, ¿qué más da ya?.
Como iba diciendo, yo sufría, sufría mucho, no, no estoy tratando de sonar egolatría o hacerte tener lastima de mí, suficiente tengo con la lástima que me tiene Tim, no merece saber que estoy vivo, en realidad, nadie lo merece, ¡yo debería de estar muerto!, n-no mere-merezco es-esto *risa de nuevo* perdón, me altero muy rápido, ¿Tim? *suspiró lastimero* Tim es un buen amigo, aunque siempre está sobre las paredes, siempre se queja y dice que debería mandar al caño todo, pero no le hago caso, no vale la pena, suficiente pena tengo yo.
Luego de que mi amigo me dejara, las voces celestiales aumentaron, y Tim, George, y Mia se volvieron más constantes, pero parecían paranoicos, ¡menudos tontos! ¿Qué razón, qué peligro iba a haber? si no había salido por tres meses, nadie ni nada había entrado en esos tres meses, después de que mi amigo se hubiera ido antes de que empezara a contar el tiempo que transcurría.
¿Por qué estoy aquí? ¿Qué estoy haciendo? ¿Por qué tengo tanto miedo? Yo mismo me atormentaba siempre, ya no necesitaba nada, ni nadie para sentirme mal, y llorar, y llorar, y llorar como el bebé de 22 años que soy. No me di ni cuenta cuando estaba por los 10 meses, de lo que me di cuenta, fue de los ruidos, del aura, de la opresión y disturbio de las voces celestiales que siempre me habían acompañado, que, a propósito, nunca me abandonaron, ni lo harán, no lo permitiré.
Pero... Creo que alguien ha podido interferir en mi paz, en mis cenas recalentadas que traía María siempre para que no muriera, aunque sé que no le intereso ni un poco, ella se ha quedado más tiempo que nadie. Creo que es un niño, lo escucho, pero no lo veo, vi sus dientes, no he salido de esta habitación desde entonces, estoy demasiado preocupado por las voces celestiales ¿qué les estará pasando? Se han vuelto agresivas, me insultan y me dicen garabatos, incluso Tim ha dejado de observarme en la silla mientras duermo, mi universo se ha descolocado desde que no salgo a enfrentarme cara a cara con las personas que conforman esa estúpida sociedad de la cual, gracias a nada, no soy parte, aunque no me importa, sé que me acostumbrare tarde o temprano, debo hacerlo.
¡Jamás había pensado en decir esto! Aunque no me importa, sé que me acostumbraré tarde o temprano. Cuando no sales de casa, comienzas a conocer más tu hogar, ¡o cárcel, más bien! Te puedo decir que si quieres vender esta casa, deberías darle las condolencias a la persona o familia que la compre, por que él estará muy muy enojado.
Cuando no sales de casa, las cosas se vuelven más rutina de lo común, y lo único que se diferencia del día anterior, es el grado de sufrimiento que puedas sentir, antes de querer correr, pero no poder por falta de sangre, antes de correr de él, y darle mucha información, o escuchar información que él no quieres que escuches *risa maniática* ¡COMO ÉSTA! ¡ESTÁS CONDENADO! ¡TÚ SERÁS VÍCTIMA Y SUCESOR DE MÍ! ¡SIÉNTETE ORGULLOSO, PLAGA! ¡Y SI PUEDES, CORRE ANTES DE QUE LA PUERTA SE CIERRE! *Ríe de nuevo y termina la cinta*".
El policía suspira enfermo, siente un mareo, ese hombre estaba enfermo, piensa, tan loco pero tan loco como para contradecirse y dar casi toda la información que había dicho que no iba a dar. La cinta no les decía mucho, sólo que ese hombre estaba loco, y su edad y, bueno, nada más. ¡La cinta ni siquiera tenía sentido! Suspiró y dio una ceña a sus colegas haciéndoles entender que después de retirar el cuerpo que había estado colgado mientras el veía y examinaba la escena de suicido, lo podían esperar en el coche.
El policía vio una sombra en la escalera, una sonrisa adornaba aquella criatura, se cerró la puerta y el pobre policía de apenas 30 años, estaba inmóvil, tratando de convencerse que era un sueño.
Aquella cosa era putrefacta, y lo hacía sentirse en cierta manera, abandonado y con pena, demasiada pena, no supo cuándo dejó de pensar, y cayó en la trampa de aquella cosa.
Oh, pobre, si se hubiese ido al instante sus compañeros no estarían tratando de abrir la puerta, y él no hubiese sido manipulado por aquella criatura, que reconstruía el escenario a lo inverso, él era su amigo, afuera dos monstruos, ahora él no quería salir, quería quedarse adentro, pero lo que él no sabía, es que cuando no sales de casa, tu racionalidad no se alumbra, y para la oscuridad, es más fácil persuadirte, porque cuando no sales de casa, te pudres dentro de ti, y ella.
~Ryn