Cada mañana

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México,  Luis de la Rosa 7 a.m

Cada mañana cuando amanezco suelo tener  un sentimiento dentro de mi pecho y me hace creer que alguien en alguna otra parte del mundo lo está sintiendo así.
Es como esperanza? Amor? Anhelo?

Mientras tanto en México, en la familia De la  Rosa era un día normal como cualquier otro, acostumbraban a estar solos casi todo el tiempo ya que el trabajo de la familia exigía mucho tiempo de ellos mismos.
Luis, estudiaba y actuaba.
Madre, era diseñadora de ropa.
Padre, era médico cirujano.
Por eso nadie se molestaba en preguntar dónde o cuándo volvería.

Desayuno 8:05 a.m

Entre tostadas, jugos de naranjas y el famoso café de Luis, la madre se asomaba constantemente a mirar por la ventana que daba a la calle, como esperando algo...

–Hoy regresa tu padre Luis
–Neta- dijo fingiendo felicidad
–Luis... - dedicaba unos segundos para mirarlo a los ojos
–Me vale, nunca está en casa, nunca estuvo para mi primer película, no tengo padre ma- mordió una tostada
–Hijo...- la madre se acercaba para darle un abrazo cuando éste la interrumpió
–Ya ma ¿Si? Descuida. Solo te pido que no me llames hoy, voy a estar con Ro

La mujer asintió aún con palabras en la boca, quería decirle que hoy llegaría su padre con una nueva familia, con unas niñas con las que podría hacer amistad, pero antes el dolor que demostraba Luis pensó que lo mejor sería dejarlo que se despeje con su mejor amigo.

Luis subió rápido a cambiarse, se colocó una camisa de jeans, remera y pantalón básico y tomo el parlante para escuchar música con Ro, irían a pasear por ahí o quién sabe, lo que diga el tiempo.

Decidió salir por la ventana, le gustaba sentir esa sensación de emoción y miedo al saltar (si, Luis ama sentir) cuándo lo hizo, calló como una saco de Papa que lo arrojan de 15 metros de alto.

(Lily en el auto)
Estaba apoyada en el vidrio mirando hacia afuera, todas y cada una de las maravillosas casas que tenía ese barrio, cuando de pronto vio a alguien saltar.

–AH!- miro con asombro aquel niño de camisa de jeans que se había arrojado de tanta altura

En el auto voltearon a ver a Lily y le preguntaron qué pasaba

–UN NIÑO SE TIRO! ¿ESTARÁ BIEN? SE MATO PA!
En ese instante el niño se paró, se sacudió la ropa, miró el auto que iba frenando y salió corriendo.

Ly aún mirando lo que estaba pasando sintió que el auto se iba deteniendo...

Héctor (padre) miro hacia el exterior del auto y dijo:
– De seguro es mi hijo mayor, descuida pequeña"

A Lily le causó gracia aquel acontecimiento, se veía bien gracioso y eso la hizo sonreír (ya alguien la estaba haciendo sonreír sin conocerlo)

Luis de la Rosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora