Hermione Granger se sentía segura de haber ganado en el ring por puntos, así que esperaba tranquilamente los resultados del jurado, la boxeadora rusa había sido una contrincante muy difícil de noquear. Dio lo mejor de sí en cada round de esta pelea porque deseaba el título de campeona mundial.
— Svetlana Kulakova "La Zarina" tiene 90 puntos pierde contra los 97 puntos de ¡Hermione Granger "La bruja estadounidense"! — anunció el presentador
El referí le alzó el brazo, era inevitable no llorar. ¡Gané! ¡Joder, Gané! Theodore ingresó al ring y la alzó en brazos mientras Luna tomaba fotografías para subirlas a sus redes sociales, el público presente aplaudía y gritaba.
Le dolía el rostro, pero aun así la felicidad la hacía sonreír. Theodore la había entrenado por diez años y al fin habían alcanzado la meta mutua.
— ¡Felicitaciones Mione! — le gritó Luna cuando ella alzaba el cinturón y era cubierta por su bandera estadounidense.
Podía oír la canción We Are The Champions de Queen. Aquella noche la escuchó mientras calentaba sus músculos. Era cierto las canciones se hacían realidad porque creía en ellas. ¿Creer en ellas? ¿Estoy soñando? Se preguntó, se hacía consciente, su alucinación le dijo aquello.
Hermione abrió los ojos, lo primero que observó fue el techo. Había una pintura tétrica, donde una pareja estaba desnuda en medio de sábanas rojas. La mujer era mordida en la garganta por un hombre, la sangre se dispersaba por la piel desnuda manchando las sábanas y la sangre era recogida en una copa de plata. ¿Qué tipo de loco tiene esta decoración? La pintura rayaba en lo ridículo, no lo consideraba arte por el exceso de sangre. Era una escena de terror digna de una película de asesinatos.
Entonces recordó lo ocurrido la noche anterior e inevitablemente pasó sus dedos alrededor por su garganta en busca de una mordida. — No hay ningún agujero. ¡Pero qué estoy diciendo? Estaba drogada.
¡Eso es! Los vampiros no existen.
— Quisieras. — oyó en su mente.
Hermione se sentó rápidamente, de un salto salió de la cama y traía puesto un vestido de los 50s, era color de rojo sangre. ¿La había desnudado?
Buscó su teléfono. No había rastro de su adorado teléfono. — ¿dónde lo perdí? ¿Estoy soñando?
— Lo tengo yo, tendrás que buscarme— oyó en su mente.
Salió de la habitación los pasillos eran iluminados por la tenue luz de las velas y antorchas. — Mira Edward Cullen no me salgas con esas cosas. Dame mi teléfono y prometo no romperte la cara.
— ¿A quién comparas con ese chiste de vampiro? — la voz se oyó ahora en la casa, lo supo por el eco en los pasillos.
— La comparación es justa. — Hermione empezó a caminar por el pasillo alfombrado. Al menos no hay sangre en el piso — Lees la mente, seguramente brillas al sol y tal parece que me has estado acosando.
— Un par de veces, pero no soy un vampiro cualquiera. — esta vez le vio al final del pasillo. — Soy Draco Malfoy, el...
— loco que se alucina vampiro. ¿Qué harás? ¿Morderme? ¿Me convertirás en vampiro? Así como Edward lo hizo con Bella. — Hermione caminaba hacia él, no le tenía miedo. — Dame mi teléfono o convertiré tu quinta vértebra en la sexta.
— ¿es que no sabes quién soy? — preguntó el vampiro.
— por el ambiente en el que me tienes puedo asegurar que eres un loco con dinero. — respondió Hermione, seguía acercándose a él.
— Soy Draco Malfoy. Dueño de la discográfica Warner Music Group. — se presentó, empezó a caminar para darle alcance a la joven.
— Si de presumir se trata yo soy dueña de un centro comercial. — añadió cuando ambos estaban cara a cara. — Superman rubio. ¿Me devolverás mi teléfono?
Draco negó con la cabeza y en menos de tres segundos la boxeadora lo tenía con la cara contra el piso. Le hacía una llave. — alza la mano derecha para devolver mi teléfono, mano izquierda para morir aquí.
— No puedo mover la mano. — Hermione tenía su mano presionada con la rodilla. — ¿me aceptas el pie?
Hermione hizo presión en el cuerpo del supuesto vampiro. — Deja de bromear idiota, quiero mi teléfono ahora. —Ordenó.
— ¡Mierda! ¿Quién me manda a secuestrar a una boxeadora? — No quiso lastimarla al tratar de defenderse, por lo que se dejó hacer y deshacer a gusto de ella — Bolsillo derecho del pantalón.
Hermione sacó el teléfono y lo liberó. Empezó a marcar el número de Luna, necesitaba salir de donde sea que estuviera. Le dio la espalda al hombre — vampiro —que tosía en el suelo.
— Luna, dime donde estoy... Rastrea la llamada. Creo que me secuestró un loco o me drogaste con tu jugo de naranja. — Ordenó y guardo el teléfono en el bolsillo sin finalizar la llamada. — ¿Por dónde salgo?
Le preguntó al hombre que se levantaba adolorido.
— No vas a salir, estás en mi mansión y harás lo que...
Hermione Granger no estaba dispuesta a oír más, se acercó y con un puñetazo lo dejó inconsciente. — Serás idiota, a mí nadie me atemoriza. — sacó el teléfono de su bolsillo. — ¿ya sabes dónde estoy?
— En la casa de los Malfoy, son parte de la realeza de Escocia. Conde es el título que ostenta — respondió Luna. — El dueño es un hombre acaudalado, de esa familia se cuentan mitos de vampiros, es claro que son cosas para mantener alejado a los curiosos.
— ¿estás diciendo que terminé al otro lado del mundo? — preguntó perpleja. — ¿cómo acabé Escocia?
— Dímelo a mí, yo acabo de rastrearte, asimismo has estado desaparecida por una semana, tus padres te están buscando en todo Estados Unidos ya que la puerta de tu casa estaba rota. — Luna hablaba tan rápido que la confundía.
— Envía un helicóptero para sacarme de aquí y un abogado ya que acabo de noquear al dueño de está mansión. — Hermione se oía avergonzada.
Me iré a la cárcel y mi sueño estará truncado. ¡Mierda!
— Vamos en tu rescate. Estaremos en ocho horas, a las 4 de la mañana llegaremos — respondió Luna y finalizó la llamada.
Luna era una hacker, que siempre estaba con una laptop y unos lentes extraños, era una friki muy divertida cuando se alejaba de su herramienta de trabajo. Su mejor y única amiga. La única que la había apoyado cuando decidió tomar los guantes boxeo y dejar en el olvido su profesión. Algo que disgustó a sus padres y por lo era una rebelde a sus ojos.
— Mira Malfoy, si tratas de herirme no dudare en volver a noquearte. — decidió arrastrar el cuerpo a la habitación más cercana donde lo ataría de pies a cabeza. — No tendré piedad de ti. No voy a generar ningún síndrome de Estocolmo.
No soy una niña, sé cuando alguien me hace daño.
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Thriller ©
FanfictionDraco no es la bestia que está atrapado en su castillo, no está condenado a morir si no conoce el verdadero amor. Él es un vampiro que se dedica a espiar a una mujer en particular. Hermione no es la bella del cuento, ella es una boxeadora que es obs...