hobi ; hopega

[ two ]

El festival que durante un par de semanas habían estado planeando no estaba yendo en lo absoluto como ellos esperaban.

Habían sacado a todos los perros en el pequeño jardín de la veterinaria, vigilándolos mientras jugaban alrededor o simplemente se echaban a tomar el sol.

Tenían un buen sistema de sonido que tocaba música de moda, comida chatarra para atraer personas y a un KiHyun sonriente y entusiasta que esperaba por posibles adoptantes.

— ¿Cuánto tiempo ha pasado? —Daniel susurró al oído de YoonGi, que sostenía una tabla entre sus manos, llevó su vista hasta su reloj en su muñeca y suspiró.

— Es una completa pérdida de tiempo —el mayor le mostró el reloj a Daniel y este lo imitó. Llevaban más de dos horas plantados en el sol y apenas unas cinco personas se habían acercado interesadas por adoptar.

— No quiero ver el rostro desilusionado de KiHyun —ambos miraban al chico teñido, que ofrecía panfletos a los transeúntes e intentaba atraer su atención— ha trabajado demasiado duro por esto, es nuestra última oportunidad o tendremos que dejar a algunos de lado.

YoonGi estuvo a punto de responder, pero algunos sonidos de pisadas captaron la atención de ambos, enderezaron su compostura cuando vieron una gran silueta frente a ellos. Un chico jodidamente alto los miraba desde delante del mostrador.

— Disculpen, estoy interesado en adoptar un perrito —los ojos de Daniel brillaron y no tardó en sonreír.

— ¡Por supuesto, podemos ayudarte! ¿Has visto a algún pequeñito que te agrade? ¿Tienes algo en mente? No son de raza por supuesto porque nos dedicamos a rescatarlos, pero están completamente saludables y tienen todas sus vacunas, son obedientes y lindos y -

— Daniel guarda la calma, lo estás asustando.

YoonGi sonrió gentilmente — Puedes responder a las preguntas que te hizo mi compañero, ¿tienes algo en mente?

— Uh, no en realidad —el chico rascó su cabeza y se encogió tímidamente— buscaba una nueva mascota ya que la última que tenía, uh, escapó o algo así.

— ¿Qué raza era?

— Un sapo, en realidad.

— ¿Podemos saber que le ocurrió? Debemos de investigar a las personas interesadas para saber si podrán cuidar bien de ellos, el proceso de adopción es un poco tardado.

El chico tragó con dificultad —En realidad- mis amigos echaron a mi sapo por el excusado —la voz del chico tembló— no es algo de lo que me gusté hablar mucho.

YoonGi miró a un par de segundos a su amigo quien no tardó en reír nerviosamente y llevarse al chico con él para que mirará al resto de los perritos. El pálido suspiró y miró a su alrededor, nada estaba yendo bien.

KiHyun parecía estar a punto de llorar por la falta de interés de las personas, JiHoon seguía lidiando con los perros que cuidaba que lo estaban arrastrando por todos lados sin poder hacer realmente nada más que gritar enfadado y SeokMin andaba dando vueltas alrededor enfundado en ese disfraz de perro.

No había sido una buena idea, ni de lejos productiva pues habían perdido más de la mitad de sus sueldos para invertir en ese festival inservible. Estaba a punto de ir a decirle a KiHyun que simplemente pararán cuando un chico lo tomó por el hombro.

Sonrió mostrando sus dientes frontales — Hola, ¿aún puedo adoptar a un perrito? —la voz del chico sonaba tímida— no pude venir hasta ahora, mi amigo me dijo que estaban dando en adopción algunos pequeños, espero que no sea muy tarde.

— No, no, me alegra que vinieras —YoonGi sonrió suavemente— ¿has visto a algún cachorro que te interesé?

— En realidad acabo de llegar, ni siquiera los he visto bien —él asintió y palmeó su espalda suavemente invitándolo a caminar para que pudiesen ver a todos. Rápidamente el husky juguetón se cruzó en su camino y el chico se inclinó a acariciarlo.

— Él es Tae, es un pequeño bastante juguetón y mimado. Verás todos los perros que tenemos aquí han sido rescatados de la calle, algunos como TaeHyung son de raza pura que fueron echados de sus hogares y otros son de razas mixtas.

— Es muy lindo, mucho gusto Tae, soy JungKook —el chico acarició detrás de las orejas del perro, que se derritió ante su tacto provocando la risa de YoonGi.

Vio caer a SeokMin botarga al piso, mientras Hobi mordisqueaba juguetonamente la oreja del disfraz y no dudó en acercarse a ayudar a su amigo — Hobi, deja en paz al pobre de SeokMin —el labrador no tardó en abalanzarse a los brazos de YoonGi, lamiendo con cariño su cara provocando un par de risitas.

Cuando finalmente logró calmar a Hobi entre sus brazos volvió su vista al sofocado SeokMin, que tenía todo el cabello pegado a su frente debido a lo sudoroso que estaba — ¿Te encuentras bien?

— ¿Por qué acepté ser la botarga? Siento que no me pagaron lo suficiente para hacer esto.

SeokMin hablaba con la mirada pérdida, había sido un completo suplicio estar la mayor parte de la mañana metido en ese caluroso traje en el medio del día soleado —Accedimos a pagar una comida completa para ti solo —YoonGi palmeó su pierna cuando comenzó a ponerse de pie y a caminar en busca de un asiento para descansar— carne premium, recuérdalo.

— ¡Hey! Este pequeño es muy adorable —el pálido se sobresaltó al ver llegar a JungKook hasta donde se encontraba, miró a Hobi que se dejaba acariciar la cabeza— creo que he tomado una decisión. Mi casa tiene un patio bastante grande y puedo cuidar de él todo el día sin problemas.

YoonGi mentiría si no dijera que se sintió tentado a esconder a Hobi detrás de él y decirle al chico que él no podía ser adoptado. Porque le tenía un cariño especial, pero era lo mejor para todos.

Hobi tendría una casa en donde podría andar a sus anchas, amor y los cuidados especiales que en la veterinaria no podían darle —Bien, en todo caso creo que podemos comenzar con el papeleo.

— ¿Te agradaría vivir conmigo Hobi? Vamos a divertirnos mucho juntos —JungKook acariciaba al perro y YoonGi se giró sin querer ver.

Era lo mejor para él, no podía retenerlo sabiendo que estaría mejor con JungKook.