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— Supongo que después de todo no fue tan malo —KiHyun se dejó caer exhausto en el sofá de la sala de espera de la veterinaria, al igual que el resto de sus amigos que lucían igual de cansados que él.

— Debemos hacer un registro de los papeles de adopción, pero por favor que sea mañana porque yo ya no puedo más por hoy —Daniel lloriqueó con los ojos cerrados y murmullos en acuerdo con él no se hicieron esperar.

— Debimos haber contratado a alguien que nos ayudará con la limpieza —se quejó SeokMin, quien había sido quien más trabajo se había llevado en el fuerte sol durante toda la mañana y parte de la tarde.

YoonGi suspiró pesadamente, y todas las miradas fueron a parar hasta él, su humor había decaído bastante después de atender a JungKook — ¿Pasa algo? —preguntó KiHyun preocupado por la actitud de su amigo.

— Está así porque Hobi fue adoptado —Daniel contestó por él, sabiendo que el pelinegro negaría cualquier cosa y diría que solo estaba cansado— y es por eso por lo que te repetimos hasta el cansancio que debías adoptarlo, ahora es demasiado tarde.

— No seas tan duro Daniel, YoonGi tuvo sus razones para no adoptarlo —JiHoon reprendió con voz calmada, provocando que el chico desviará la mirada.

— Hobi estará bien, el chico que lo adoptó luce confiable y eso es lo que importa, estará mejor con él ¿cierto?

KiHyun asintió palmeando su hombro con comprensión y se puso de pie, estirando sus brazos hasta escuchar sus huesos crujir satisfactoriamente —Vayamos a terminar de ordenar y hacer el conteo de los perritos, es un poco tarde ya.

Todos se pusieron de pie y Daniel tocó el hombro de YoonGi un par de veces para atraer su atención, el pálido se giró lentamente hasta encontrar sus ojos — Perdón por decir eso, no quería hacerte sentir mal.

YoonGi negó restándole importancia y lo palmeó en el hombro — Tienes algo de razón, pero supongo que era algo que debía pasar. No pidas perdón.

Daniel asintió y revolvió su cabello, para luego rodear sus hombros con su brazo y caminar hasta donde el resto se encontraba — Ustedes dos se encargarán de los registros de adopción —KiHyun los señaló a ambos y les entregó la pila de papeles— ordénenlos y firmen lo que haga falta, JiHoon y SeokMin harán el conteo de los perros y se encargaran de dejar su comida y agua preparada y yo iré a acomodar el resto de las cosas ¿de acuerdo?

Todos asintieron, a pesar de que en un principio habían acordado que todos tendrían tareas iguales y nadie estaría por encima del otro al final habían colocado a KiHyun para que los guiará y repartiera todas las tareas en el lugar, sabiendo que era el indicado por ser el dueño del lugar y ser el más ordenado de todos.

— Tengo el de Choi JunHong —YoonGi habló pues Daniel había estado buscando esa solicitud— es el chico del sapo en el excusado ¿no? tengo miedo de que no pueda cuidar bien de Yongguk.

— Me prometió que mantendría a sus amigos lejos del pequeño, además luce bastante tranquilo, y me dijo que podía ir a verificar que Yongguk estaba bien si lo quería.

YoonGi asintió, dejando las solicitudes de Kim MinSeok, Kim YyongSun y la de Kim JungWoo a un costado hasta que finalmente encontró la solicitud de Jeon JungKook, él chico tenía veintiún años y aún era un estudiante.

— Así que tendremos que despedirnos de Chen, Byul y Lucas también ¿cierto? —Daniel suspiró al ver a YoonGi mirar la solicitud de JungKook, guardando silencio.

— Creí que adoptaría a Tae, él dijo que era lindo —murmuró YoonGi desganado, dejando la última solicitud junto al resto que ya estaban ordenadas, y nuevamente se repitió que era por el bien de su adorado Hobi.

— Sigue sin cuadrar SeokMin, falta un perro —JiHoon dio un nuevo vistazo a las jaulas, habían contado tres veces y seguían sin saber quién faltaba. KiHyun se acercó al ver a ambos chicos rebuscar desesperadamente.

— ¿Qué pasa?

— Falta un perro —JiHoon le mostró la jaula vacía, con la puerta abierta en una de las jaulas de la parte inferior— rompieron el candado.

KiHyun tomó la lista de las manos de SeokMin y cerró los ojos con pesar al ver el nombre que faltaba de tachar — Es Hobi quien falta.

Los tres se dieron una mirada asustada, YoonGi y Daniel ya habían terminado de ordenar los papeles y comenzaban a caminar en su dirección, cuando el pelinegro se enterará no sabían cómo reaccionaría.

— ¿Por qué tienen esa cara? —preguntó YoonGi e inmediatamente se dio cuenta de que la jaula de Hobi estaba vacía— ¿en dónde está Hobi?

— Parece ser que se escapó —SeokMin contestó en una voz que apenas se escuchó, pero con él silencio del lugar todos alcanzaron a escuchar.

— Debemos de darnos prisa y buscarlo, es uno de los pocos que fue adoptado y si no lo encontramos ¿qué vamos a hacer?

— Guarden la calma, no pudo haber ido muy lejos —pidió JiHoon— iremos a buscarlo después de cerrar.

YoonGi no esperó a que terminará de hablar y salió corriendo del lugar buscando alrededor con la esperanza de que simplemente lo hayan olvidado afuera, pero no estaba.

Buscó alrededor del vecindario, yendo incluso hasta la veterinaria que les había robado clientes, pero no había ninguna señal del labrador, y él estaba comenzando a sentirse culpable por no haber cuidado bien de Hobi.

Buscó alrededor de los parques y solo pudo detenerse cuando una llamada entró a su celular, KiHyun le pidió que volviera a casa pues era demasiado tarde para estar en la calle y podría ser peligroso.

YoonGi volvió de mala gana caminando, y llegó un par de horas más tarde, sentía su cuerpo demasiado cansado así que arrastraba sus pies, no sabía que era lo que iba a hacer si no encontraban a Hobi.

Sus ojos se iluminaron al ver al labrador recostado fuera de la puerta de su hogar y no tardó en correr, olvidándose por completo del dolor en sus piernas por haber caminado durante tanto tiempo.

— ¡Hobi! ¿Cómo es que encontraste este lugar? —el pelinegro besó su cabeza repetidas veces y no dejo de acariciarlo— estaba tan preocupado por ti.

YoonGi se alejó y abrió la puerta de su hogar, metió al labrador dentro y suspiró, estaba sacando su celular para avisar a KiHyun que había finalmente encontrado a Hobi fuera de su casa cuando una voz llamó a su nombre animadamente.

— ¡YoonGi!      

El pelinegro gritó y calló al suelo luego de intentar alejarse del chico desnudo frente a él con orejas de perro y una enorme sonrisa dirigida solo para él.

hobi ;  hopegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora