Dangerously | Madelaine Petsch Y Tú.

06

________ Ford.

Estaba con Madelaine en la sala de reproducción, ella estaba en mi regazo, y lo que más me asusta es que despierte mi madre o Kylie.

-Es tarde, deberías irte a dormir ya. -Dije y ella me miró.

-¿Por qué tan apurada? ¿Irás a tener sexo con tu novia? -Pregunto con un tono arrogante y reí.

-Tal vez, cada vez que veo el cuerpo de esa mujer, me vuelvo loca. -Madelaine rodó los ojos y se levantó.

-Kylie es una niña _______.

-Yo igual.

-Kylie es solo una niña que no sabe lo que quiere todavía. Y tú sí lo sabes. -Dijo acercándose a mí.

-Estas ebria. Vete a dormir. -Madelaine coloco sus piernas a mis lados, sentándose encima de mí -. Según tú ¿Qué es lo que quiero? Te recuerdo que Kylie está allá arriba, por si no lo sabes.

-Quieres a una mujer. -Dijo bajando el cierre de su vestido, quedando en ropa interior, la cuál era de color negro -. Necesitas a una persona que te enseñe muchas cosas. -Tomo mi mano y la coloco en uno de sus senos.

-Bien, es suficiente. -Trate de levantarme y ella coloco una de sus manos en mi pecho -. Esto no está bien, tú más que nadie lo sabes. Hace unas horas, tú misma paraste todo. De paso estás ebria.

-Por eso estoy aquí, porque me arrepiento y de haberte detenido. -Se acercó a mí oído -. Ahora nadie te detendrá. -Susurro.

Mi piel se erizó, al sentir sus manos recorrer mis brazos. Ella sonrió y comenzó a besar mi cuello. Volvió a tomar mis manos, esta vez colocándolas en su trasero. Lo apreté, logrando que un gemido saliera de su parte.

-Hazme tuya. -Susurro en mi oído.

Basto esa frase, para hacerla mía en todo lo que quedaba de madrugada.

Madelaine Petsch.

Eran las cinco de la mañana, seguía en la sala de reproducción esta vez acostada en el pecho desnudo de _______, quien dormía tranquilamente.

Y si, había pasado. Habíamos tenido sexo por primera vez, y en una sala de reproducción, en la casa de mi mejor amiga.

La culpa de haberme acostado con la hija de mi mejor amiga, la cual se supone que tengo que ver solo como una sobrina me atormentaba.

Me levanté de su regazo y comencé a vestirme, la miré por última vez, dejé un beso en su frente y salí. Me coloqué mi abrigo y subí a mi auto. Para luego comenzar a conducir a mi casa.

Quizás todo fue un error, estaba ebria anoche. No controle mis sentidos como debía hacerlo.

________ Ford.

Me levanté porque escuché como gritaban mi nombre. Me dolía el cuello, demasiado.

Tampoco podía sacarme a Madelaine de la cabeza después de lo de anoche.

-¡________ mi amor! -Escuche la voz de Kylie aún más cerca. Me levanté rápidamente, y me vestí antes de que entrará -. Hey ¿Cómo estás amor? -Pregunto sonriendo colocando sus brazos alrededor de mi cuello.

-Bien hermosa ¿Y tú? ¿Amaneciste bien? -Le sonreí.

-Si bebé ¿Dormiste aquí anoche? -Pregunto soltando una risita y reí.

-No amor, dormí contigo. Me levanté temprano para acomodar todo lo de anoche, si no sabes cómo es mi madre. -Reímos.

-Bueno, yo ya tengo que irme. Se supone que volvería anoche y las dos sabemos cómo es tu suegra. -Beso mis labios, y se fue.

Subí a mi habitación, me di una ducha, al salir me cambié de ropa. Ya eran las ocho de la mañana, baje a la cocina y ahí estaba Emily y mi madre, las saludé y me senté al lado de mi hermanita. Mi madre sirvió el desayuno y se sentó junto a nosotras.

-Buen provecho. -Dijo mi madre y comenzamos a comer -. ¿Viste salir a Madelaine temprano? -Pregunto mi madre.

Mis manos comenzaron a sudar, el pensar que había podido escuchar algo, dan nervios.

-Pues no. Debió irse temprano. -Sonrei y tome un poco de mi jugo de naranja.

-Hija, sabes que tu y yo siempre hemos tenido confianza. Y hablamos de todo ¿No? -Asenti -. ¿Kylie y tú anoche jugaron al arco y flecha?

Escupí mi comida, porque sabía a lo que se refería, mi madre comenzó a reír.

-Yo quiero jugar. -Dijo Emily y mi madre negó.

-No, tú no. Ve a jugar con tus muñecas cariño. -Dijo mi madre y Emily se fue a su habitación -. ¿Entonces?

-Ay mamá, son cosas privadas ¿Además porque lo preguntas?

-Porque escuché tu nombre como unas cien veces y no era de la misma forma en como yo te llamo cuando estás en problemas cariño. -Reímos.

-Si es algo obvio no hay nada que preguntar. -Dije y reí.

-Iugh, cerdas. -Dijo mi madre.

Somos como mejores amigas y es algo que realmente me agrada. No hay mejor amiga, que tu madre.

-¿Qué hablas? Papá y tú juegan a encestar el balón. Gracias a Dios ninguna de esas veces he estado aquí.

-Me aseguró de que no estés duh. -Reí -. Hablando de tu padre, hoy llega de su viaje. Iremos a cenar y luego a encestar el balón como dices. -Hice una mueca de asco y mi madre rió -. Entonces la vecina Serena, las cuidará. Porque conociéndote harías una fiesta.

-¿La ancianita de al lado? Ni siquiera se mueve, no me impediría hacer la fiesta. -Reímos.

Terminamos de comer y ayude a mi madre con los trastes. Luego subí a mi habitación para dormir un poco, ya que en la madrugada no había dormido nada.

Después de unas seis horas durmiendo, ya eran las dos de la tarde. Me desperté gracias a que mis padres entraron a mi habitación.

-Hija ¿Cómo estás? -Pregunto mi padre abrazándome.

-Bien papi. -Sonreimos.

-Tu hermana está jugando en la casa de Lucy. -Dijo mi madre.

Lucy es su mejor amiga.

-Bueno cariño, ya nos iremos. Su niñera está abajo. -Dijo mi madre riendo.

Mis padres se fueron, baje a la cocina por un poco de agua y me encontré con una hermosa pelirroja recostada dandome la espalda en el mesón de la cocina. Madelaine.

Tenía unos hermosos jeans ajustados a sus piernas, y un suéter blanco.

-Madelaine. -Ella dió un brinco al escuchar mi voz y me miró.

-________.