________ Ford, una chica adolescente con diecinueve años de edad, estudiante de la universidad "Harrow University" . Vive en New York junto a sus padres Christopher y Anna Ford también con su pequeña hermana Emily, millonarios y dueños de una revist...
Madelaine se encontraba asustada, y no podía negar que yo también. Ese ruido se escuchó demasiado fuerte.
-Voy a ir. -Dije y la pelirroja negó.
-¿Estas loca? Llamaré a la policía. -Susurro.
Tomo su celular con sus manos temblorosas, me acerque a ella y le impedi que lo hiciera.
-No lo hagas, porque si no es nada te multaran. -Susurré y Madelaine frunció el ceño.
-¿Me estás jodiendo? Tú lo escuchaste.
-Por eso, yo iré. Te quedas aquí. -La pelirroja negó.
-Iré contigo.
Bajamos las escaleras con cuidado, sin hacer ningún ruido. Todas las luces estaban apagadas por lo tanto no podía verse nada. Madelaine y yo caminabamos con las manos entrelazadas por la casa, hasta que llegamos a una ventana que daba al patio.
Con cuidado me asomé y... No ví ni mierda, no había nada.
-No hay nada. -Susurré.
Madelaine me miró y abrió bruscamente la puerta del patio, para reflejar a un hermoso cachorro.
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-¡Ay qué cosita más hermosa! -Dijo Madelaine.
Seguí inspeccionando el patio mientras Madelaine miraba al cachorrito, y no había nada.
-Me lo quedaré. -Dijo Madelaine con el gatito en sus brazos.
-¿Qué? -La miré y parecía estar enamorada de aquel animalito.
-Es que miralo, es precioso.
Sonreí al verla junto al perrito, se veía hermosa con esa hermosa criatura en sus brazos.
Pues si, era hermoso.
-Será mi hijo, y mañana iré a comprarle unas cositas, a la peluquería y por un collar con su nombre. -Dijo Madelaine -. Podría ser nuestro hijo.
-¿Nuestro? -Madelaine asintió.
-Si, al menos que no lo quieras y tenga que ser mío na... -La interrumpí.
-Es nuestro. -Bese sus labios cortamente y la cabeza del perrito.
Entramos a la casa y acomodamos al perrito, en la habitación de Madelaine para que estuviera cómodo.
-¿Tienes sueño? -Pregunto Madelaine.
-No amor. -Dije mirando mi celular.
-¿Cómo me dijiste? -Pregunto Madeleine, la mire, y tenía un hermoso brillo en sus ojos. Me encantaba.
-Hum... -Estaba nerviosa -. ¿Te molesta? -Sabia que no le molestaba, pero estaba nerviosa, sin saber que decir.
-Claro que no. -Beso mi mejilla -. ¿Quieres palomitas? -Asenti.
