Dangerously | Madelaine Petsch Y Tú.

21

________ Ford.

Me encontraba en mi habitación junto a Madelaine, yo estaba sentada en la cama mientras ella estaba de pie frente a mí.

-Las cosas no son como parecen. -Dijo Madelaine caminando de un lado a otro.

-¿No lo son? Porque yo te vi muy feliz con ese hombre Madelaine. -Dije molesta -. Vete, no quiero hablar contigo.

-Mi amor... -Se arrodilló frente a mí -. Déjame explicarte.

-¿Explicar que estabas con otro? No necesito una explicación, se lo que ví. -Madelaine negó rápidamente y se levantó.

-¿Y tú qué? ¡Estabas con Kylie! -Exclame molesta.

-¿Tratas de justificar tus errores con eso? No seas patética, estás lo suficientemente mayor para eso. Vete. -Dije levantándome de la cama hasta ir al baño de mi habitación.

Madelaine me dió una última mirada para luego salir de mi habitación e irse.

Luego de eso, me lave la cara, me coloque un suéter holgado y me acosté, para empezar a llorar como niña pequeña.

*****

Me levanté por unas leves movidas, al abrir mis ojos, ví a Gigi.

-¿Estas bien? -Pregunto la rubia.

-¿Por qué lo preguntas? -Pregunte mientras bostezaba.

-Tienes los ojos hinchados _______.

-Despues hablábamos. Tenemos que irnos.

Me levanté de la cama, me fui a bañar, a alistarme, al vestirme me coloque unos lentes de sol, para que mi madre no notará tanto mi asqueroso aspecto.

Bajamos a la sala y se encontraba mi madre ahí.

-¿Están listas? -Respondi mi madre con emoción, asentimos -Cariño ¿no vas a desayunar?

-No mamá, se acerca la hora del almuerzo. Con una manzana estaré bien.

Busque la manzana en la cocina y luego salimos de la casa.

Comenzamos a conducir hasta un enorme edificio, muy lujoso, tenía grandes cristales, era precioso.

-Veamos aquí. -Dijo mi madre, estacione el auto y ella fue la primera en bajar.

-Gigi, tienes una pastilla para el dolor de cabeza o algo?

Gigi comenzó a buscar en su bolso y me dió la pastilla con un poco de jugo que estaba tomando.

Salimos del auto y entramos al edificio, ahí estaba mi madre, hablando con un señor.

-Buenos días chicas, mi nombre es Mark Hutton, y bienvenidas a Sevilla. -Sonrio amablemente y le correspondimos.

-Perdón por la tardanza. -Dijo una voz muy conocida para mí, era Madelaine.

-Acabamos de llegar. -Dijo mi madre dándole un beso en la mejilla.

-Hola chicas. -Madelaine nos miró.

Yo no respondí, Gigi lo hizo por las dos.

Comenzamos a caminar junto a Mark por el edificio, mi madre caminaba a su lado, Gigi a mi lado y Madelaine igual.

De vez en cuando Madelaine trataba de tomarme la mano cosa que yo impedía.

Mark nos había enseñado unos cuantos apartamentos, los cuales eran muy pequeños, Gigi y yo no queríamos algo así.

-Son muy lindos y todo Mark pero son muy pequeños, queremos algo un poco más grande. -Dije y Mark asintió sonriendo.

-¿Que buscan exactamente? -Pregunto Mark interesado.