- Es tu turno V! -Dice Jin.
- Por las callejuelas de Santiago, las noches eran muy oscuras y la delincuencia podía sentirse en cualquier parte porque estaba lleno de personas que no tenían ningún pudor en delinquir. Por esta razón fue contratado don Fidelio para poder cuidar las calles después de las 23 horas que era cuando los peores bandidos salían a divertirse y molestar a los demás. Todas las noches podía escucharse como tocaba su silbato al encontrar delincuentes y encargarse de ellos. Sin embargo, una noche se reunieron muchos delincuentes y entre todos le quitaron la vida a don Fidelio. Un vecino del pueblo vio lo que ocurrió y se lo contó a todo mundo, pero nadie logró nunca ver su cadáver.
Como le quitaron la vida en la puerta del cementerio, algo muy extraño sucedió las siguientes noches. No volvieron a aparecer delincuentes en las calles porque alguien más estaba tomando el lugar de don Fidelio. Cuando eran las 23 horas, comenzaba a escucharse el silbato como si él siguiera trabajando, pero quien ocupaba su lugar no era una persona.Algunos dicen que la misma muerte estaba en las callejuelas de Santiago y las personas se escondían en sus hogares durante las noches, así como también los delincuentes lo hacían.
Se dice que esto atormentó a las personas durante un largo período donde nadie salía de sus casas y los pocos que alguna vez se habían animado a hacerlo podían jurar haber visto a una calavera en lugar del hombre con los ojos brillantes como si fueran linternas que alumbraban cuando algún bandido estaba cerca. Todo ocurrió hasta que aparecieron sin vida en el medio de la acera todos aquellos que le quitaron la vida a don Fidelio. Así fue como el pobre trabajador, don Fidelio tomó venganza de aquello que le hicieron de un modo tan cobarde cuando estaba trabajando. Otros dicen que la muerte se llevó sus almas para que sean juzgadas! -Dice V.
- Que miedo, lo bueno que eso fue en Santiago! -Dice J-Hope.
