El clima está demasiado cómodo como para quedarse en casa y relajarse. Yo, claro que soy amante de estos días, tenía que apresurarme a empacar cosas. Así es, me estaba mudando; no a otro país, más bien, al departamento justo a lado del bosque. Si, me encanta tanto lo libre que he decidido ser yo misma y emprender vuelo como una vez mis padres lo hicieron. ¿La diferencia? O ¿Lo que me hace especial?, Simple, me iré sola, sin ataduras a una persona, como ellos llegaron a estarlo.
Mi mudanza tardó mucho en llegar, así que literal, llegué a mi departamento sin muebles, sin nada más que las cosas que metí en mi adorada mochila. Saque de ahí una sudadera y mi cojín preferido. Si, a pesar de mi edad, que no es mucha, cargo con algo de la infancia.
Hacía frío, era una tarde bastante cómoda para quedarse en casa y relajarse, pero, mejor decidí echar el visto bueno a mi entorno.
Salí de mi departamento para hacerle unas preguntas al dueño del edificio, tenía bastantes dudas sobre el lugar y que mejor el dueño para responderlas.
Al llega, no había nadie que atendiera mi llamado. Por un momento pensé en salir a la calle, pero ya era tarde y no quería caminar sola por ahí.
Regresé a mi departamento, pero algo logro llamar mi atención. Unas risas muy escandalosas se escuchaban de tras de mi. Voltee a ver quien era el dueño de esa risa, y lo único que Vi, fue a una pareja caminar... ¿ebrios?. Les abrí camino, para evitar chocar con ellos, pero mis esfuerzos de hacerme a un lado, fueron en vano, el sujeto, que parecía ser el novio, choco contra mi, y sin yo querer, cai junto con el al suelo. Por un momento quedé en su pecho. Mi cara se tornó rojiza, al sentir algo parecido a lo que yo tengo... si, él, resultó ser ella.
Mi cara estaba llena de pena, que no podía ocultarlo. Él, ahora ella, solo sonrió y me miraba fijamente a los ojos.
Me levanté rápidamente como pude para dejar que ellas pasarán y yo seguir mi camino, pero ella se sujeto de mi mano. Yo creí que quería ayuda, así que le ayude a levantarse. Pero al levantarla, ella no me soltaba. Su novia, (llamemos la, rubia) que estaba igual o peor de ebria que ella, no dejaba de reír, ahí me di cuenta de que ella era la dueña de esa risa tan escandalosa. Por fin me soltó, pero la rubia parecía que caería y la sujete rápidamente para evitar que cayera por las escaleras, solo río de nuevo y se lanzó sobre mí haciéndo que retrocediera un poco. La sujete de la cintura y la encamine a donde ella me iba diciendo. Subimos varias escaleras asta llegar al penúltimo departamento, y la rubia se soltó de mi y se recargo en la puerta, tratando de abrirla. Al notar que no podía, intenté ayudarla y logré abrir la puerta por ella, y de nuevo se me aventó y volví a retroceder.
Pasamos y la rubia no se despegaba de mi y tuve que llevarla a la cama. La acosté y la dejé ahí tendida, y su novia solo me miraba fijamente, no pude evitar el ponerme ruborizada de nuevo. Deje de verla y pase a lado de ella, y antes de alejarme, ella me detuvo y me agradeció, yo solo me limité a sonreír y seguir caminando. No soy de muchas palabras, tampoco muy sociable, así que el hablarle a un extraño y ayudarle, era mucho para mi.

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Todo por ti 🖤
FanfictionUna más, una menos, ¿quien cuenta? ¿A quien le perteneces? ¿Qué importa?