9.

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Lunes, inicio de semana. No quiero trabajar, no tengo ánimos de nada. Vaya, no creí que alguien pudiera hacerme sentir mal o al menos no tanto como anteriormente.
Estaba atendiendo a mis pacientes, algunos casos eran muy tontos, como ejemplo, llegó una señora con un niño de 12 años, creyendo que su hijo se estaba desarmando.
- Señora, su hijo estará bien, es solo una simple fractura-.
- No es una simple fractura, mi hijo se está desarmando-.
- ¿Porque lo dice?-.
- Por qué si no fuera por la piel, se le cae el brazo-. Comencé a reírme por lo bajo, y mi cara era de "señora no invente".
El tiempo pasó y termino mi jornada laboral, y antes de irme, como siempre, Carlos se me pego.
- Anda Laura, por favor ya dame el si-.
- Carlos no insistas, ya te dije que no te quiero para alguna relación. Tu sabes lo que prefiero, y no eres de ellos.-. Si, soy un poco cruel con el, no puedo hacerlo entender de otra manera.
- Vamos Laura, ¿Que podría salir mal?-. Su cara me decía que en verdad quería eso.
- Disculpa, no puedo, y si no dejas de insistir, tendré que dejarte de hablar-. ¿Que me esta pasando? Le hable muy feo, lo noté por su rostro de seriedad. - Disculpa, no me siento bien-. Salí directo a mi auto y arranque sin rumbo.

Pasaron varios días, y yo iba de mal en peor, Laura y Lauren no me dirigían la palabra; tal parece que enserio hice algo malo. Incluso Carlos, dejó de molestarme, lo cual era genial pero me sentía bastante mal.

Un sábado por la tarde, me encontraba haciendo las compras de la semana. Todo parecía estar normal, asta que apareció esa vieja tonta.
- Se nota que aquí dejan a entrar a cualquiera. - Dijo con una expresión de Ascó. Hice como si no hubiese pasado nada y seguí con mis compras. Osea ¿Que le pasa?.
Llegué por fin llegué al edificio, y necesitaba ayuda para subir todo lo que compre. El portero me ayudó a subir todo por el elevador, era más cómodo. Al salir de el, noté que tenía visita.
- ¡Ah! Me asustaste. - dije poniendo mi mano en mi pecho.
- Disculpa, necesitaba hablar. - dijo ayudando al portero a cargar mis cosas.
Entramos a mi casa y dejé las cosas sobre la mesa, a lo que ella hizo lo mismo.

- Ahora dime qué es lo que quieras hablar. - dije sentandome en el sofá.
- Voy a mudarme... -.

Todo por ti 🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora