creepypasta - el gato y el duende

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Otra vez Aluna despertaba sudando llena de arañazos.

Ella decía que un duende entraba por las noches a su habitacion y la hacia cosas extrañas con aparatos.

Sus padres no sabían que hacer con ella, la habían llevado al médico, al psicologos y psiquiatras, hasta a medicos especializados en la hipnosis, de todo, pero nada, Aluna despertaba todas las mañanas igual con el mismo cuento del duende.

Aluna era una niña de 10 años que vivía con sus padres en un pueblo cerca de las montañas.

Uno de esos días, en su regreso del colegio a casa, se encontró con un precioso gato negro en mitad de la carretera.

Esta lo cogió entre sus brazos, y este se dejó.

Lo miró a los ojos sonriente.

-Pequeño, que hacias ahí en medio, te puede pillar algun coche.

Ella lo llevó a su casa, a sus padres no les hacía ninguna gracia que llevase un gato callejero, pero decidieron dejar que se quedase, a lo mejor así dejaban de ocurrirle esas cosas al dormir.

Aquellas noches de verano, la madre de Aluna dejó puesto el ventilador en la habitación de la niña para que refrescase.

La niña se acostó, cuando de pronto, oyó unos sonidos, ella se incorporó de nuevo asustada, pensando que era ese duende de nuevo.

Pero se fijó, era en la puerta, unos zarpazos de gato.

Se levantó y fue a abrir.

El gato se tumbó a su lado en la cama, ella le sonrió y cerró los ojos, se durmió al poco roto.

Pasadas las 12 de la noche, el gato levantó las orejas, se abrió una baldosa de la pared, y de allí un extraño ser apareció como una sombra, cuando la luz de la luna lo alumbró, se pudo ver a un duende de unos 25 cm con una bolsa en la espalda cargada de extraños utensilios y muchos de ellos puntiagudos.

El gato comenzó a bufar y Aluna despertó, ella chilló y el duende se fue corriendo por donde había entrado.

Los padres vinieron enseguida, la niña les contó lo sucedido pero estos de nuevo no la creyeron.

De nuevo, se quedó en esa habitacion a oscuras,la unica luz provenía de la luna, pero al menos, estaba ese gato que la había alertado.

Volvió a tumbarse en la cama, cerró los ojos, aunque no se durmió, solo lo fingió.

Después de media hora, comenzó a oir como esa baldosa de nuevo era movida.

oyó al gato bufar, y como algo se subió a la cama e iba subiendo.

Cuando de pronto, el gato de un salto se puso sobre ese bicho, Aluna abrió los ojos y lo vio todo.

El duende intentó clavarle al gato uno de esos raros utensilios, pero el gato de un zarpazo lo mandó lejos, luego el gato le un zarpazo y el duende calló al ventilador, su pierna se le enganchó y comenzó sangrarle, este chilló.

los padres rapido vinieron y por fin creyeron a Aluna.

Después de aquello, se mudaron de ese sitio, eso sí, el gato siempre les acompañó allá a donde fuesen, y cuando este murió, compraron otro.

Ya saben, tengan gatos.

las historias de anyelik [backup] (corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora