pokecuento - emboar, siempre conmigo

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Holaamigos, aquí esta Anyelik de nuevo con un pokecuento nuevo y esperoque os guste beibis jijiji.

Pokecuento– emboar, siempre conmigo.

En misoledad, en el silencio de esa habitación, miro una foto de mispadres que aun guardo en la mesilla de noche.

Aquísobre la cama, miro y miro esa foto durante largos minutos, pensandoen porque todo pasó.

De vezen cuando un barullo lejano llega a mis oídos.

Lagente que hay abajo en el patio, un montón de niños que parecenhaber olvidado a sus seres queridos...

Como siel llegar aquí, te hiciese olvidar tu pasado, pues yo no puedo.

No mepuedo sacar de la mente ese día, ese día en que mis padres sefueron para siempre...

Porqueentró en casa ese hombre....

No lebastaba con el dinero de mis padres, también tuvo que llevarse susvidas...

Yoescuché esos dos únicos disparos desde el armario donde estabaescondida.

Esegran armario que usaba para jugar, allí habia enormes peluches depokemon que trataba como amigos.

Esosamigos me protegieron aquel dia, lo siento así, ocultándome trasellos.

Recuerdoese gran peluche que me compraron mis padres de un emboar.

Yoestaba tras el, como me gustaría tener un pokemon en la vida real,así al menos, tendría un buen amigo.

Muchosde los niños de este orfanato tienen sus propios pokemon, pero yo,no tengo ningúno.

nopuedo salir a fuera y capturarlo, no puedo salir, asco de sitio.

Hastacuando voy a estar aquí, ya llevo 5 meses desde la muerte de mispadres, tengo 7 años, hasta que edad estaré aquí prisionera.

Algunosniños se escapan a afuera sin que se enteren, pero luego vuelven,que estupidos, si yo fuese capaz de escaparme, me iria muy lejos.

Losdemás niños no me ajuntan, les parezco rara, simplemente porque nocelebro cada dia la muerte de mis padres como ellos, a mi no meapetece reirme ni jugar.

-Aluna,puedes bajar....

Baya,que nuevo vienen unos padres a conocer a los niños, ya me imaginoque a mi no me elegirán, siempre se llevan al que parece mas feliz,yo siempre estoy en esa esquina sentada y seria, pasan de largo nadamas ver mi cara.

Como yacreía que pasaría, se llevaron a la niña esa de las trenzas, esaque siempre esta con el grupo mas grande dando ordenes a otros jugando a cosas que ni me importan.

Denuevo subir a mi cuarto, a pensar y mas pensar, cuando de pronto,escucho unos gritos en la lejanía.

Parecenlos gritos de un pokemon.

Abro laventana, vienen de fuera de la verja.

Miúnica reacción es ir allí, bajo corriendo las escaleras, salgo alpatio, me dirijo a la verja.

Esepokemon parece estar sufriendo, tengo que hacer algo.

Pero,nunca he intentado saltarme esa verja, espera, hay un agujero pordebajo, lo que me suponía, los niñatos estos lo hicieron.

Mecuelo por debajo llenando mi vestido de tierra, mis rodillas meescuecen a causa de la tierra que me raspa, consigo cruzar, estoysegura de que nadie me ha visto escapar.

Mesacudo y me dirijo al lugar de donde vienen los gritos.

Allíestán, esos malditos críos, están pateando a un pignite, porque nose defiende.

las historias de anyelik [backup] (corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora