las historias de anyelik [backup] (corrigiendo)

creepypasta pokemon - la triste cancion de gardevoir

creepypasta pokemon - la triste cancion de gardevoir.

Se oye una voz...

Todas las noches se oye esa voz, la voz de esa joven tan triste....

Quizas esperando a alguien, a un amor....

-es realmente hermoso.

-por dios marian, de verdad crees esas historias de fantasmas.

-pues claro Fernando, a caso tu no crees en un amor tan puro.

-jeje, por supuesto que creo, algo asi como el nuestro, pero no en fantasmas, ¿y tu samu?

-quien sabe, jeje.

-anda samu, no me digas que tu estas de su parte.

- si estuviese buena, me la ligaria aunque fuese un fantasma jajajaa.

- tu no cambias nunca tronco.

Los dos salieron corriendo mientras se reian.

Fernando tras ellos solo gritaba que lo esperasen.

-sois unos traidores, no creais que llegareis al acantilado a ver los fuegos antes que yo.

De pronto el se detuvo.

Los fuegos iluminaron el cielo nocturno de esa ciudad de vacaciones.

Fernando, su novia y su mejor amigo samu se habían escapado ese verano a pasar sus vacaciones en una pequeña ciudad costera llamada candelus.

Fernando era un chico de 19 años alto, de pelo oscuro bastante guapo, trabajaba en un restaurante tradicional donde allí todos le tenían mucho cariño.

Era un buen cocinero.

Siempre deleitaba a sus amigos con exceletes platos.

Por otro lado su novia llamada marian era una chica rubia de ojos azules, bastante atractiva, provocante y de mente abierta.

Y Samuel, su mejor amigo, era el tipo mas mujeriego del mundo, siempre le encontrarías alla donde hubiese mujeres.

-waaa, son hermosos a que si chicos.

-si que lo son cielo.

Fernando la abrazó por la cintura y la comenzó a besar el cuello.

-fer, anda, no seas tan pestoso ahora.

-joder tia, siempre igual, porque jodes estos momentos.

Últimamente estas insoportable.

Marian se limito a mirar los fuegos sin contestar.

Fernando se apartó.

Últimamente ella estaba algo distinta, el la quería mucho, pero esa actitud suya le estaba haciendo perder la paciencia.

Quizás el amor se estuviese esfumando por su parte.

Quien sabe que pasaría, el siempre daba lo mejor de el para hacerla feliz, pero cada sentía que ella se iba alejando mas y mas.

De pronto sumido en sus pensamientos, empezó a escuchar una voz en la lejanía.

Una dulce voz que transmitia tristeza.

Parecia que nadie mas que el podía escucharla.

-fernando, Fernando.

Me estas escuchando.

-no escuchais esa canción.

-que canción tio, no vengas ahora a gastarnos bromas.

-lo digo en serio, una chica estaba cantando con una hermosa voz.