Muñeca De Porcelana (Fanfic) [+18]

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Todo seguía como si nada o eso pensaba, ayudaba con la cocina y en tareas domésticas como una manera de aportar por mi estadía ahí; desconozco cuanto tiempo llevaba viviendo con ellos pero no me importaba, era feliz y también me divertía jugando con Orion aunque había algo que me incomodaba y era que a veces me llamaba "mamá" eso me causaba un enorme pesar en mi alma.
Pasaba de largo aquel comentario y sólo seguía jugando con el aunque también había ocasiones en las que hacia que me confundiera con respecto a mi relación con su padre.
De por si no sabía ni que sentia, me avergonzaba cuando decia algún tipo de elogio a mi persona, siempre disfrutaba cada momento en el que estábamos juntos, sentia un cosquilleo en mi estómago cuando hablaba con él pero bueno.
Hubo una ocasión en la que salí a dar un paseo y de paso a comprar tela para la ropa que confeccionaba, todo normal llevaba una bufanda blanca que me había regalado Mary pero...
En el momento que pase por una zona solitaria. Lo escuché. Pude oir su maldita voz.

"Te encontre"

En ese momento mi cuerpo se tenso por el miedo que sentia dirigí la mirada atrás mío y lo vi.. vi a Carnival parado con una sonrisa. Quería gritar estaba asustado y él lo sabía.

"Calma sabes que no soy como ellos, me dejaste preocupado cuando te fuiste digo... han pasado más de diez años ¡Pero al fin te encontré mi muñeca de cristal! ¿Qué te parece si volvemos a casa? No me gustaría que algo malo te ocurriera"

Yo negaba con mi cabeza a sus palabras con lagrimas fluyendo de mis mejillas.
A Carnival esa respuesta no le agradó en lo más mínimo, se acerco a mi persona yo trate de escapar pero fue en vano él fue más rápido; me tiro al suelo y comenzamos a forcejear él para llevarme a undercarnival y yo para escapar.

"Solo necesitas que te reitere quien es tu dueño, no sabes los peligros mi pequeña muñeca"

Su mirada estaba vacía y yo presa del pánico trate de gritar sin embargo se adelantó nuevamente cubriendo mi boca con una de sus manos

"Volveré por ti pero no sin antes recordarte lo que pasa cuando me desobedeces"

De un momento a otro...Sentí un fuerte dolor el mi cuenca derecha. Me había agrietado mi cuenca dejando una marca desde la cuenca a la frente y a mi mentón, si hubiera aplicado más fuerza seguro me mataba.

"No te preocupes cuando estemos en casa la sanaré"

Y como si fuera un fantasma... desaparecio de la nada.

»me ha encontrado...«