1- Siempre puede ser peor

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-¡Maldita sea!-golpeo mi celular ya que esta sonando la alarma en mi mesa de luz haciendo que éste caiga al suelo, abro los ojos y siento un dolor en mi muñeca- ¿uhm? -veo las mangas de mi camisa azul y está manchada con sangre. Cierto, anoche me corté, aún duele un poco-.

Abren la puerta y lo único que puedo hacer es meterme dentro las sábanas dejando mi cabeza fuera. No quiero que vean mis cortadas.

-Buenos días, Seth. ¿Qué tal dormiste...? -Mamá lleva unos vaqueros con una blusa blanca y esta maquillada. Ella es simplemente hermosa. Observa toda mi habitación y ve mi celular en el suelo- alguien no despertó de buen humor.. - intenta bromear y se acerca para levantarlo, pero la detengo-.

-Dejalo, mamá, yo lo levanto luego. Dormí bien, gracias por preguntar ¿y tú? -puedo notar que tiene ojeras aún con el maquillaje que tiene. Sé que no durmió bien, anoche peleó con papá, yo los escuché-.

-Bueno.. -no le gusta mentirme, así que solo asiento con la cabeza comprendiéndola-. El desayuno está listo, le diré a Emy que te lleve al colegio.

La miro y niego lentamente con la cabeza.

-No, gracias mamá, Emily puede quedarse tranquila aquí, ya tengo diecisiete, puedo ir yo sólo. Y.. Espero que no te moleste, pero quedé con Andrew para desayunar en Starbucks.

Sé que le duele que Emily y yo no seamos los mismos de antes, pero todo cambio mucho, aunque no veo que sienta dolor, no veo el dolor en sus ojos, se que le pone mal esto

Ella solo asiente.

-No hay problema, hijo -besa mí frente- te quie...

No alcanza a terminar por que un grito la interrumpe.

-¡Michelle! ¡Jeremy está al teléfono! -y cuando no el gran Johnathan Evans interrumpiendo un momento así, y encima por culpa de mi hermano, ¿qué podría ser peor?-.

-¡Ya voy! -me mira-. Lo siento, te quiero mucho, Seth -y luego de darme un beso en la mejilla sale de mí habitación.

Me levanto de la cama sobando mí muñeca, agarro mí celular y pongo música, mmmm.. Pink Floyd.

Voy al baño para darme una ducha, al salir me coloco una toalla en mí cintura.

Ya son las siete, si no me apuro haré que lleguemos tarde con Andrew, entramos a las ocho al colegio.

Tocan la puerta de mí habitación y grito un "pase" pensando que es mamá para decirme que el maravilloso Jeremy vendrá a casa...

-Hola, Seth. ¿podrías prestarme tu cargador? Es que el mío se extravió y tengo poca bate... -lo que me faltaba-.

-Está en cajón de mí mesa de luz, Emily. Agarralo y sal de mí habitación. Ponlo en su lugar cuando termines de usarlo y no toques nada más.

-¿Esa es tu forma de hablarle así a tu hermanita? -ruedo los ojos. Cómo si yo fuera el malo aquí. La observo, está casi igual de vestida y maquillada que mamá, solo que ella tiene vaqueros azules, los de mamá son negros. A diferencia de mamá, ella tiene la piel pálida, al igual que yo y esta teñida de rubia, aunque su pelo natural es castaño, como el de Johnathan. Mamá es morocha y pelinegra, pero es aún más hermosa que Emily.

-Eres mayor que yo, Emily. Sólo toma lo que necesitas y vete.

-Esta bien -agarra el cargador y antes de salir de mi habitación habla- Jeremy vendrá a casa en unas semanas, dice papá que mas vale que te comportes. -y cierra la puerta-.

Suspiro. Genial, el maravilloso Jeremy John Evans vendrá a honrarnos con su presencia. Agh!.

Me pongo una camisa manga corta negra con vaqueros del mismo color y mis botas de siempre, las cuales también son negras. No es por dar un aspecto de "badboy", simplemente amo el negro.

en la puerta recuerdo las cortaduras y vuelvo por una muñequera con el yin y el yang, me la pongo y salgo.

Bajo las escaleras Y... ¿Saben? Cuando dije "¿que podría ser peor?" no esperaba que pase algo peor, pero me equivoqué, siempre puede ser peor.

Nicole está hablando amigablemente con mi querida hermana -nótese el sarcasmo-. En el sillón.

Ella me ve y sonríe. Hipócrita.

-Hola, Seth.

-Nicole. -hago un gesto con la cabeza en forma de saludo, ella lleva una blusa negra con un short del mismo color, ella es trigueña, de ojos cafés. Me doy la vuelta para salir de casa antes de que aparezca..

-¿Adonde vas, Seth? -oh, genial. Demasiado tarde-.

-Al Starbucks y luego al colegio, duh. -ruedo los ojos y continúo caminando hacia la salida, cuando paso al lado de Johnathan, choca nuestros hombros.

-¡Fue un gusto volver a verte! -me grita la falsa de Nicole, creo que Emily tiene una nueva amiga. Ruedo los ojos-.

Salgo de mi casa ignorando lo último. Extraño a Andrew, el imbécil se fue a un campamento de no sé qué en Canadá y no lo vi en todo el verano.

Aunque siendo sincero no hay mucho que contar, el ya sabe todo de mí y estas vacaciones me las pasé dentro de mi habitación leyendo.

Espero que haya nuevas novedades en la vida de Andrew, no quiero tener que hablar de mis amores literarios -lo sé, suena cursi- , debo tenerlo bastante cansado.

Estaba tan distraído mirando el suelo y pensando en Andrew y todas las cosas por las que pasamos que no me di cuenta que me estaban gritando...

Me acerco al auto donde me están llamando y bajan las ventanillas.. Ohhh genial.

-¿quieres qué te llevemos?- me pregunta Nicole, Emily está en el asiento del conductor.

-¿Me están siguiendo? -ninguna responde-. No hace falta, voy al Starbucks-.

-Vamos, no seas aburrido, te divertirás con nosotras- y... Sep, Nicole me besó. Atrevida.

Fruncí mí ceño. Nicole y yo terminamos hace unos meses, no buscábamos ni buscamos lo mismo y no congeniamos... Ella solo quiere sexo, yo quiero más que una amiga con derecho.

-Ya te he dicho que no, Nicole. Te agradecería que dejes de molestarme, ya hablamos...

Ella sólo río y Emily arrancó el auto. Yo solo seguí caminando hasta el Starbucks.

Mi día va de mal en peor.

Luego de caminar durante media hora -si, me arrepiento de haberle dicho que no a las chicas, me hubiese ahorrado bastante ya que el Starbucks queda en frente del Instituto-. Por fin llegue al Starbucks.

Mentiras Que DestrozanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora