Mentiras Que Destrozan

9-Confesiones y mentiras

Mientras estaba perdido en mis pensamientos, al igual que Emm. Pude ver a Dais hablando con Max al fondo del pasillo. Espera ¿Dais con Max? Que carajo...

Los miré fijamente y Daisy fue la primera en notarme, parecía que estaban discutiendo. Raro. Rarísimo. Ella de calló y luego codeó a Max, el la miró extrañado y Dais ladeó la cabeza en nuestra dirección.

Entonces él comprendió y dejó de discutir, yo me volví hacia Emm y le susurré al oído -tal y como Max lo había hecho en clases hace dos semanas-.

-Ve a la cafetería, y esperame ahí ¿si? Tengo que hablar con Daisy.

Ella se sonrojó y asintió.

Luego, me miró y vio por encima de mi hombro.

-¿la chica nueva es Daisy? -preguntó-. ¡cierto! En clase la llamaron así ¿fuiste tú o Andrew? -no parecía celosa, y, pues, claro que no. Emm era mucho más bonita y abierta -con abierta me refiero a la personalidad-. que Daisy. De hecho, creo que ya no reconozco a mi mejor amiga.

Sonreí a Emm.

-Luego te explicaré todo ¿si? Debo hablar con ella.

Emm miró a Dais y luego vio a Max.

-¿Ella conoce a Max? -dijo ella, ahora si algo celosa-.

Yo Alcé los hombros.

-Eso es lo que estoy por preguntarle. -dije y ella asintió, me sonrió y se fue a la cafetería-.

Yo me acerqué a Dais, no estaba seguro de que iba a decirle, pero no iba a callarme.

-Oh, hola, Sevans.

-hola, Dais. ¿podemos hablar a solas? -no esperé a que conteste, tiré de su brazo y nos metí dentro del closet del conserje-.

-¿Que haces, Seth? -dijo ella, apenas cerré la puerta-.

-Shhh -la callé-. ¿que hacías con Max?

Ella sonrió.

-¿celoso, Sevans?.

Yo rodé los ojos.

-No.. Bueno, no sé.

Ella se rió.

-Bueno, ¿y tú qué hacías con Emma?

Sonreí, celosa.

-Soy su tutor de matemáticas, íbamos a la cafetería por algo de comer.

Ella también sonrió.

-Le pregunté donde quedaba el salón de Biología.

Mentirosa, ella ya conocía la escuela.

-Mentira, tú ya conoces el colegio.

Me besó, y yo, como un tonto, correspondí.

-Sí, pero estoy acostumbrada al que iba antes, y era diferente a este. -susurró contra mis labios y luego mordió mi labio inferior-.

Yo la pegué contra la pared,escuché un ruido, pero no le tomé importancia, le abrí paso a su lengua y ella jugó con la mía. Quizás ya no sabía a cheddar, pero seguía besando fantástico, le pasé saliva y ella la tragó, chupe su lengua y la agarré por la cintura, quizás.. Quizás podíamos volver a ser los mismos de antes...

Entonces ella se detuvo, jadeando.

-Seth... -tenía la voz ronca... y me encantaba eso-.

-¿uhm? -separé mis labios de los suyos, pero no solté su cintura-. Quizás... -iba a decir lo que pensaba, pero me interrumpió-.