8- Pasado o Tú.

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En ese momento me olvidé de todo y de todos. Ella volvió. ¡VOLVIO!. No puedo creerlo.

Estaba abrazando a Daisy. Ella estaba aquí, ahora, abrazándome y llorando. Y yo estaba feliz.

-Sevans, estúpido, me estas mojando la camisa.

Se quejó ella, y fue ahí cuando me di cuenta de que también estaba llorando. La apreté contra mí, como la extrañé.

-Calla, tonta. Te extrañé, muchísimo. -acaricié su cabello negro-.

Ella suspiró, se hoyeron toces, falsas.

-Vale, chicos. Demasiado emotivo, ahora pueden separarse.

Gruñí. ¡Estúpido Max!

-Callate, imbécil.-le dije-.

Y entonces escuché un ¡Uhhhh! De todos y me separé de Daisy. Todos, incluyendo a Emm y al profesor nos estaban viendo.

Max parecía que quería vomitar, el profesor nos miran con reproche, Andrew sonreía en nuestra dirección y Emm estaba con la boca abierta, creo que estaba en shock o algo así.

Miré a mi alrededor. Todos nos estaban mirando fijamente, excepto la tal Daphne que estaba escribiendo en una hoja, lo que supongo que es la reseña. Claro, ella era la chica nueva, la nerd que Andrew decía me robaría el puesto.

Yo Sonreí y volví a mirar a Daisy.

-Tenemos mucho de que hablar -dije y ella asintió secándose las lágrimas con la manga de su camisa negra-.

Todos estaban en silencio, así que me oyeron. Y empezaron a murmurar cosas.

-Sí, pero tendrá que ser después de clases, Evans. -dijo el profesor-.

Daphne, se rió de algo que le había dicho Charley al oído y vi como Emma rodaba los ojos.

-Ehhh.. Si, vale. Bueno. ¿en el Starbucks de en frente? -dijo Daisy y yo me tensé. Emm trabaja ahí. Miré a Emma, ella miraba a Daisy con las cejas fruncidas y suspiré-.

-Que va, chicos, lo hablan luego, dejen de interrumpir la clase.

Oh, genial, Daphne tampoco me caía bien. Me di la vuelta y la encaré.

-Mira, a ti nadie te ha hablado, pescadito. Nosotros no Interrumpimos nada, no es nuestra culpa que todos se nos queden mirando como estúpidos como si Daisy y yo fuéramos novios.-rodé los ojos-. Así que, cerebrito, cierra la boca y sigue con tu reseña.

Ella abrió la boca, indignada. Y luego se puso roja. Jamás le hablé así a una chica. Pero nadie se metería con Daisy.

-Bien, Evans. ya es suficiente. Todos, a sus trabajos. -dijo Morrison y todos volvieron a hacer lo que estaban haciendo-.

Yo miré a Daisy y Sonreí. Sentí la mirada fija de alguien y miré a Emma, ella me estaba mirando como si hubiese cometido el peor pecado del mundo y yo formulé con los labios "Hablamos luego" pero no lo pronuncié.

Volví a mirar a Daisy. Que tenía la cabeza gacha.

-oye, Dais. ¿nos vamos? -Sonreí-.

-La clase no ha terminado, Sevans. -dijo ella-.

-No, pero yo hice mi reseña hace dos semanas, cuando dio el trabajo, así que, si te apuras con la reseña, podremos irnos antes.

Ella sonrió y asintió.

En menos de diez minutos Dais ya había terminado la reseña.

-Morrison, ya terminé. y con Sevans hizo la reseña cuando usted dio la tarea, quería pedirle si..

Mentiras Que DestrozanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora