Luego del Starbucks Chelsea llamó a Andrew. Él se fue diciendo que iba a hablar con ella y yo me vine al colegio. Todavía falta para que empiecen las clases pero bueno.
Estaba en los pasillos, había unos cuantos profesores y alguno que otro adolescente.
Alguien chocó conmigo.
Max.
-¡Oh! Disculpa, lo sien.. -me miró-. Ah, Hola, Seth.
Yo me acordé de las llamadas.
-Hola, Max.. Tengo algo que preguntarte.
Él frunció las cejas
-¿Es sobre Emmy? Mira, lo que sea que estés por decirme, dicelo a ella, Emmy y yo nunca tendremos nada. Así que, si no te molesta, debo ir a un entrenamiento.
Olvidaba que Max era jugador de baloncesto.
-No, no. No es sobre Emm. Alguien me ha estado llamando de un número desconocido. Pero cuando atiendo, cortan. ¿eres tú?
Él rió.
-No, Seth. No soy yo. Puedo ser un imbécil, pero no soy un infantil que juega bromas telefónicas.
Yo asentí
-Vale, gracias. Lo siento, adiós.
Y se fue.
Seguí caminando por los pasillos. Max y yo jamás nos llevaríamos bien. Nunca.
Pero al menos, sabía que él no era. Lo cual era mala noticia, por que eso quería decir que era Daisy.
Y sonó mi celular.
Me estaba acostumbrando a aquel número desconocido.
-Oye, no cortes.-dije, cerca de mi casillero, en los pasillos.
No cortaron.
-¿Daisy?-pregunté-.
Cortaron.
Okay..
Llamé a Andrew.
Nada.
Le marqué a Chelsea.
-¿Hola? -acepto que su voz no me gustaba tanto, era algo chillona, pero que va, tenía que hablar con Andrew. Además, Chelsea era amiga de Daisy.
-Hola, Chelse, soy Seth. Oye, ¿esta Andrew contigo?-pregunté-.
-Oh, Seth. Sí. Ya te paso.-dijo Chelsea-.
-No, no. pon el alta voz -pedí-. Es sobre Daisy.
-Bien, Andrew te escucha. ¿Que pasó con Daisy?
-Bueno. Hablé con Max, y no fue el quien llamó. Así, que, debe ser ella -dije-.
Escuché el suspiro de ambos.
-Oigan, ¿quien es Max? -preguntó Chelsea-.
-Es un chico basketbolista del Instituto.-dije-.
-Vale, vale. Pero ¿cómo lo conocéis?
Suspiré.
-Seth conoció a una chica en el Starbucks. Max es su mejor amigo.-explicó Andrew-.
-Okay. Daisy no me ha hablado, hace mucho que no hablamos. Pero le hablaré -Dijo Chelsea-.
-Vale, bueno. -dije-. Andrew, están por comenzar las clases. ¿No vienes?
-Si, ya voy, Chelsea, ¿te acompaño a tu Instituto? -preguntó Andrew a Chelsea, ella va a otro instituto-.
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Mentiras Que Destrozan
RomanceEmma Davis. Un nombre y un apellido, pero no eran solo eso para Seth, Emma era mucho más que eso desde el primer momento en que la vió, desde la primera vez que observó sus preciosos ojos y la tormenta y la tristeza que tenia en ellos. Jamás creyó q...