La viajera de los sueños

Aun ahí esperanza.

Reaper, estaba algo preocupado por Geno, este estaba como ido desde que llego. Tomo su hombro, logrando que este, reaccionara a su presencia.

Geno, por otra parte, sabía que la parca estaba ahí junto a él, como siempre ya no era nada nuevo el verlo ahí en su pantalla de guardado.

― ¿Qué quieres, Reaper? ― pregunto sin muchas ganas, desviando su mirada.

―Geno, ¿estás bien?―pregunto― Estas como, bueno, mas ido de lo normal. Tu cuerpo está aquí, pero tu mente no.

― Bueno, es que tuve un sueño algo extraño. ―mencionó, suspiro y prosiguió― Esta vez, no era mi Au's. Bueno, en parte sí, pero esa no fue la razón de mi estado. Más bien fue después de eso.

― ¿A qué te refieres?

― Veras, tuve el mismo sueño. Ya sabes, donde veo mi hermano y a todas las personas de mi universo. ―dijo, captando la atención de la muerte, la cual sabia que siempre tenía el mismo sueño recurrente.― Solo que esta vez, cuando estaba dispuesto a tocar a Papyrus, en lugar de que apareciera Chara y lo matara frente a mí. El lugar se torno oscuro y de repente una joven alvina, muy diferente a cualquier Frisk o Chara de cualquier Au's apareció gritando...

― ¿Ayuda? ― interrumpió Reaper.

Geno, al escuchar aquello palideció y por inercia miro al contrario, notando que este tenía una mirada sombría. Era la primera vez que el semi muerto sentía algo de miedo por su compañero.

― ¿Cómo lo...?

― ¿Supe? ― pregunto, sabiendo lo que iba a preguntar. ―Tuve el mismo sueño. Al principio fue normal, después aparece esa misma chica de la nada gritando por ayuda, y que busque a Dream y Nightmare, ya que...

― ¿Los sueños y las pesadillas corren peligro? ―pregunto, recibiendo un afirmativo de Reaper, con la cabeza.― Reaper. ¿Tú crees que deberíamos de decírselo a Ink?

― También me lo estaba cuestionando.―dijo, meditando un poco― Pero solo lo tome como un simple sueño y ahora qué me dices que tuviste el mismo sueño.

Reaper, dejo de pensar, miro serio a Geno. Ya tenía una decisión que tomar.

―Vallamos con Ink.―menciono, abriendo un portal con su guadaña― No me gusta nada de esto.

―Sí. Vamos. ―decidido, cruzando el portal, después de la muerte.

En otra parte, en un lugar oscuro. La misma chica, estaba temblando y sollozando a la vez. Abrazándose fuertemente, frente a la pantalla.

― No voy a fallar... No voy a fallar...Tranquila, aun me quedan cuatro Sans... ―se murmuraba, tratándose de convencer ella sola...