Consternación

303 13 2
                                    

Consternación.

Eso es lo que debería sentir al sentir la sangre ajena escurriendo por sus manos.

Pero lo único que puede sentir es asco al haberse ensuciado. Empujó a aquella cosa que alguna vez fue un ser vivo, dejándolo caer. Creyó que vomitaría por el olor.

Su única preocupación era poder limpiarse lo antes posible. Ni siquiera temblaba.

Por inercia, se aseguró de que nadie lo viera al salir del callejón y dejar el cadáver ahí. Solo podía pensar en darse un baño con agua caliente y cobrar el dinero.

Sólo sintió consternación cuando el muerto comenzó a levantarse.

34 microrrelatos tristes para gente tristeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora