09

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Era lunes de vuelta y lo menos que Seungmin había hecho en la semana fue pensar en lo anteriormente ocurrido, en cambio para Hyunjin fue lo único que ocupó su cabeza. Era difícil, Seungmin no quería hablar acerca de eso y Hyunjin tenía ganas de pasar la noche entera junto al pelirrojo para solucionar esto. Cuando el menor entró a la clase la sorpresa se posicionó en los rostros de todos, había llegado a hora. Y claro, se había peleado con sus padres para que se hagan cargo de su hermana porque él no quería saber nada con Hyunjin, quería evitar momentos a solas o cualquier situación en dónde sea posible que el tema vuelva a surgir. Era complicado para Kim, él no entendía para nada lo que estaba pasando, sabía que su corazón dolía y latía rápido cerca del más alto, sabía que algo dentro suyo le gritaba “¡Ve y habla con él, cobarde!” pero si, era un cobarde y lo seguiría siendo porque no tenía ninguna intención de enfrentar a su profesor. De todas formas supo que conocerlo hizo algo bueno en su día a día: ya no tenía aquellas pesadillas y no recordaba ninguno de sus antiguos sueños. Según dedujo Felix fue porque al haberlo conocido, suponiendo que Hyunjin sea el secundario en sus sueños, terminó con la misión de juntarlos y por eso ya no necesitaba sus sueños para poder reconocerlo. Felix creía en la teoría de las almas gemelas y Seungmin sólo quería que su amigo se callara. Y cuando se sentó a su lado, éste rodo los ojos sabiendo claramente que había hecho. No era difícil de adivinar y menos sabiendo lo pasado, hasta supo que Hyunjin sospechaba cuando lo miró con el ceño fruncido. Maldición, le encantaba verlo.

—Kim. —Lo llamó y su cuerpo se tenso. No delante de todos por favor.— Quiero que se quedé luego de clase, tengo que hablar con usted sobre las tareas extracurriculares pasadas.

¿Cómo le daba la cara para tratarlo de usted cuando hace tiempo ya lo tuteaba y lo llamaba por su nombre sin ningún descaro? Quería golpearlo, lo estaba irritado. Hace tiempo lo hacía de todos modos. ¡Pero es que lo volvía loco! Y no, ni Seungmin sabía en qué sentido pensaba aquello. Pero si, sabía que estaba completamente perdido. Terminó la hora y Seungmin se armó de valor, primero que nada le pidió ayuda a su mejor amigo pero este simplemente lo alentó y se marchó, dejándolo sólo. Bueno, no completamente solo.

—No creo que sea necesario que siga haciendo los cuentos. —Lo más chistoso era que al no recordar sus sueños, no podía seguir con la historia. Hyunjin se paró de su escritorio y se colocó en frente de él, los nervios de Seungmin estaban a flor de piel.— Mi madre se hará cargo de mi hermana ahora, así que llegaré temprano.

Negó con la cabeza y clavó su vista en la ajena. —No me importa Seungmin, cállate. —Oh, bueno. No esperaba aquélla respetas, pero sin querer obedeció.— Sabes de sobra que hay cosas más importante que resolver, tenemos que hablar y solos, hay cosas que debo explicarte para que logres comprender y también tenemos que solucionar y tomar la decisión de qué pasará entre nosotros.

—¿Nosotros? —Su corazón comenzó a latir de una manera sobrenatural con tan sólo pensar en eso. ¿Por qué lo ponía tan feliz?

—¿En serio no encajaste ninguna pieza todavía? ㅡLevantó una ceja y sonrió burlón.— Pensé que eras más inteligente.

—Lo soy. —Arrugo su entrecejo.— Pero no quiero pensar en eso.

—Tendrás que hacerlo. No puedes huir de lo que deseas.

—¿Y tú creer que te deseo? —Ladeó la cabeza expectante.

—Sí, como yo te deseo. —El calor se depositó en su cuerpo y tembló.— Por eso hay que hablar esto lo más rápido posible.

—¿Y cómo pretendes hablar si vives con tu novia y yo con mis padres? —Cuestionó.

—¿Cómo sabes que tengo novia?

—Todo el mundo lo sabe.

—Ella viajó ayer. —Tomó un papel de sus notas y escribió algo que Seungmin ya sabía que era.— Es la secretaria de mi padre y lo sigue a todos lados, ya sabes, viajes de negocios.

—O que tal vez sea tu futura mami. —Sonrió juguetón. Estaba por tomar el papel que le estaba entregando pero enseguida se le fue arrebatado de sus manos y levantó la vista para toparse la mirada obscura de Hyunjin.

—No eres gracioso, Seungmin.

—Lo soy, y mucho. —Le quitó el papel.— ¿Y sabes que más es gracioso? Que tu supuesta alma gemela sea un varón, cuando claramente eras más hetero que la mierda.

—Pretendo romper algunas reglas si es por ti.

Las piernas parecieron fallarle y todo aire de superioridad lo dejo. Hyunjin siempre lograba debilitarlo.

—No me conoces. —Fue duro.

—No, pero quiero hacerlo.

Levantó una ceja. —¿Cómo estás tan seguro de qué esto funcionará?

—¿Entonces aceptas que me amas? —Le sonrió.

—No evites mis preguntas, Hwang.

—Puedes decirme Hyunjin, o como desees. —Cogió su maletín y volvió a ponerse cerca del más bajo. Al parecer le gustaba profanar su espacio personal.

—Bien, te diré idiota.

—Deja de estar tan a la defensiva, cariño. —Acarició su mentón.— No te haré daño.

SOÑADORES ; seungjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora