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El olor a café se colaba por sus fosas nasales y no le molestaba en absoluto, se podía decir que el olor a latte era de sus favoritos. Aunque la corona la llevaba el dulce olor a sandía. Soltó la birome un segundo y se llevó la mano hacía el cuello, estaba siendo duro. Había pasado toda la mañana firmando libros y conversando con todo tipo de personas sobre lo interesante que era su novela.

Se llamaba “Sólo al tocar la almohada” y se le había ocurrido a su madre, tenía mucho sentido para Hyunjin ya que realmente todo ocurría cuando su cabeza tocaba la almohada. Aunque ya hace tres años había dejado de soñar, lo añoraba sólo un poco, pero en parte se sentía aliviado de dejar de ver a ese chico todo el tiempo. Aunque le agradecía, ya que gracias a su aparición él escribió un best-seller. Estaba orgulloso de su novela. Y había sido fácil poder publicarla ya que su padre tenía conocidos en una editoriales, así que simplemente leyeron el borrador de Hyunjin y le dieron el sí. No habían hecho mal, obtuvieron miles de copias vendidas. Era famoso, entre adolecentes y personas mayores. En su mayoría mujeres.

Una señora de cabello gris le mostró una sonrisa enorme, le entregó su libro y Hyunjin preguntó su nombre para dejarle un mensaje debajo de su firma.

—Eres más apuesto en persona. —Con total rebeldía la señora le apretó las mejillas y sonrió más grande que antes.

—Gracias. —Le sonrió sinceramente.

—Cariño, hay algo interesante que no agregaste en tu novela sobre los sueños.

—¿Mmh? —Hyunjin levantó la vista totalmente interesado y ella lo miro con ternura.— ¿Sobre qué?

—Sobre la mente. —La señora mayor tomó su copia y miro con felicidad la firma en la parte final del libro. Estaba satisfecha.— La mente humana no es capaz de crear rostros, así que Wooseok alguna vez en su vida habrá tenido que ver a esa chica como para soñarla tanto. —Hablaba sobre los personajes de su novela y Hyunjin se tenso. —¿No lo sabías? Ya veo. Investigalo cariño, es muy interesante.

Y se marchó para dejar pasar a la siguiente persona en la fila. Pero la cabeza de Hyunjin se quedó vagando en aquellas palabras toda la tarde, ¿no podía imaginarse rostros? Bueno, a decir verdad, varias veces sintió que conocía a aquél chico pero no le dio importancia ya que le parecía ilógico. Sabía que nunca lo había visto, estaba seguro. Pero eso no lo detuvo cuando llegó a su casa y lo primero que hizo fue investigar sobre sueños en Google.

“Sólo somos capaces de recordar un 10% del sueño en sí.”

“Todas las noche soñamos sólo que no lo recordamos. A lo contrario, esa persona podría tener un trastorno.”

“Es posible ver el futuro en un sueño, o tener un deja vu. Podrías ver un suceso y/o persona de tu vida pasada en ellos también.”

“Es imposible crear rostros humanos cuando soñamos. Vemos personas todos los días, toda nuestra vida, así que hay material de sobra para personajes en nuestros sueños.”

¿Pero por qué mierda Hyunjin siempre soñaba con la misma persona? En Internet no decía nada de eso. Bueno, si decía pero no tenia sentido.

“Soñar siempre con la misma persona es un sueño que tiene diferentes interpretaciones según lo que esté haciendo esa persona que sueñas y según quién sea esa persona. Porque puedes soñar con un desconocido, siempre el mismo, pero desconocido al fin y al cabo y entonces puedes encontrar el significado del sueño en el miedo a la novedad.”

Pero ya ni podía analizarlo con detalle porque había olvidado por completo el rostro de ese chico. Recordaba pequeñas escenas borrosas de sus sueños pero su identidad estaba pérdida. Pero su sonrisa, se le acababa de venir a la mente y no podía creer que la recordaba tan claramente. Pero era lo único, sólo tenía una sonrisa y ya. ¿Pero por qué se estaba preocupando por esto ahora? Los sueños recurrentes habían parado a sus diecinueve y ahora con veintitrés no tenía por qué interesarse. Ya le había dado punto final, sólo fueron sueños estúpidos. Sueños estúpidos que le hicieron ganar mucho dinero y un puesto de trabajo como profesor de literatura en una de las mejores universidades de Seoul. Gracias al universo que había tenido esos sueños.

—Cariño, ya estoy en casa. —La dulce voz de su novia resonó en sus oídos luego de escuchar la puerta cerrándose. Sonrió de oreja a oreja y cerró la Notebook.

Min Seongjin era su novia hace dos años, se habían conocido un día que visitó las oficinas de su padre y ella recién comenzaba como secretaria del mayor. Su figura de reloj de arena, cabellera obscura y personalidad radiante enseguida compraron su atención. Le gustó enseguida y la invitó a salir, Seongjin era lo contrario a vergonzosa porque le había robado su primer beso. Vaya que era atrevida, pero era la mejor parte de ella y la amaba. Mucho.

—Bienvenida. —Unieron sus labios dulcemente y ella se tiró en el sofá a su lado soltando un suspiro cansado. —¿Cómo te fue hoy con la bestia?

—¡Ser la secretaria de tu padre fue la peor decisión de mi vida! —Expresó irritada y volvió a suspirar. Hyunjin río entre dientes y la abrazó, acercándola a su cuerpo.— Seongjin has esto, Seongjin tráeme esto, Seongjin dile a mi hijo que venga a visitarme. ¡Ve a ver a tu padre antes de que me saque canas!

Hyunjin estalló en una risa y la abrazó con más fuerza.

—En la semana iré, mañana empiezo la primera clase y no puedo distraerme. —Con tan sólo pensarlo ya le daba algo de nervios. En realidad él no tenía la necesidad de trabajar porque toda la cantidad de dinero que su libro le había otorgado más el venir de una familia muy bien posicionada económicamente le daba toda una vida de vagueza sin problemas, pero Hyunjin siempre quiso ser profesor así que iba a aprovechar aquella magnífica oportunidad. —Estoy un poco nervioso.

—No tienes por qué. Enseñarás en una universidad así que tus alumnos serán más maduros y menos problemáticos que en una secundaria. —Tenía razón pero aún así le daba nervios.

—Tal vez, pero no sé con lo qué me encontraré.

Sería un mundo nuevo para él. Tenía que ser estricto y calificar a las personas por su inteligencia y no por su esfuerzo. Iba a ser duro pero también quería ser justo. Quería ser un buen profesor. Quería que sus alumnos le tomarán cariño, aunque uno de ellos iba a tener más que cariño por él. Y sería correspondido. En la oscuridad, pero correspondería.

SOÑADORES ; seungjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora