Traición [Chaennie G!P] BLACKPINK

Visita

El timbre de nuestro apartamento indicó que alguien estaba visitándonos. Me separé del regazo de Jennie y la miré interrogante. Yo no esperaba a nadie por lo que supuse que ella sí. Negó la cabeza mirándome también con el ceño fruncido- Me encogí de hombros y me acomodé la ropa antes de abrir la puerta principal.

Al instante unos brazos me rodearon y la persona comenzó a sollozar con fuerza. Miré unos segundo su cabello para darme cuenta que era mi mejor amiga Lisa. Al instante la rodeé los hombros pegándola a mí, entramos al departamento abrazadas y con mi mano libre cerré la puerta.

—Eh, Lisa, ¿Qué sucede? —Pregunté sobándole el cabello. Miré a Jennie quien nos veía fijamente con la expresión ausente. Le fruncí el ceño cuando rodó sus ojos.

Mi mejor amiga sollozó aún más. Intenté calmarla pero ella seguía aferrada a mí. La llevé al sillón y la hice sentarse para que pudiera mirarla, estaba aterrada de verla así. Ella no era de las que lloraba fácilmente. Sus ojos estaban rojos de tanto llorar y sus mejillas también. Las lágrimas le caían por la cara, se llevó una mano a los ojos para secarse. —Jisoo y yo terminamos.

Abrí los ojos sorprendida — ¿Por qué...?

Lisa negó con la cabeza. —No lo sé, me dijo un montón de mierdas. Que quería su libertad y que ya no me amaba como antes.

Mi corazón se estrujó. Jisoo era una idiota por decirle esas cosas. ¿Cómo dejabas de amar a alguien tan rápidamente y sin alguna razón? Negué con la cabeza furiosa con Jisoo.

—Lisa, tú eres mejor que esto. Sé que duele pero no debes dejar que una chica que no te ama te haga llorar. Ella claramente no te merece y mucho menos tus lágrimas. Es una imbécil.

Lisa asintió intentando controlar sus lágrimas. Jennie le tendió un pedazo de papel higiénico sonriéndole incómodamente. —Aquí tienes. —Ella sonrió agradecida y procedió a limpiarse la nariz.

Lamentablemente ella convivía con Jisoo por lo que fruncí el ceño. —Espera Lisa, ¿y ahora cómo...?

Ella me interrumpió con la voz ronca por tanto sollozar. —Yo... no lo sé Rosé. No tengo dónde quedarme.

La codeé sonriendo. —Obviamente con nosotras, tonta. Hasta que consigas otro lugar, eres bienvenida aquí.

Detrás de ella, Jennie abrió los ojos como platos y me miró suplicante. Rodé los ojos. Este par no se llevaban tan bien por lo que sería un suplicio para Jennie. La miré, haciendo pucheros.

—No quiero incomodar —La voz de mi amiga me interrumpió—. Además puedo dormir en un hotel, tengo ahorros y...

Me crucé de brazos. —Lisa, aquí nos acomodamos y por supuesto que no incomodas. Siéntete como en tu casa.

Lisa me sonrió agradecidamente. —Gracias Rosé, eres la mejor amiga del mundo. —Volteó hacia Jennie. —Perdón por incomodarte.

Ella la miró y se encogió de hombros sonriendo ligeramente. —No hay problema.