Traición [Chaennie G!P] BLACKPINK

Por nosotros

Subí las escaleras de la residencia de estudiantes con mi cartera casi cayendo. Intenté hacer equilibrio pero se cayó haciendo que mis libros se volcaran en el suelo. Las bolsas de compras en mis brazos se cayeron.

Lancé una maldición y me incliné para recogerlo todo. La llave del departamento aún seguía en la cerradura. Sentí pasos detrás de mí pero los ignoré intentando guardar todo lo del piso en su sitio.

—¿Rosé?

Esa voz. Nunca podría olvidarme de esa voz.

Levanté mi mirada para encontrarme con los ojos de Jennie. Su rostro ya no era lo que recordaba. Tenía grandes y oscuras ojeras debajo de sus ojos. Su cabello era un desastre, parecía que no se hubiera bañado en varios días.

Intenté abrir la puerta pero ella se acercó. —Espera, nena.

Respiré lentamente tratando de tranquilizarme. El corazón me latía fuertemente, verla traía los recuerdos que había visto del vídeo y no quería volver a llorar.

Cerré los ojos y volví a abrirlos, más calmada. —¿Qué quieres, Jennie?

Ella enarcó las cejas —Explicártelo, todo. Por favor.

Me quedé en silencio unos segundos sopesando mis opciones. Si le decía que no, me arrepentiría más tarde porque moría por escuchar esa historia. Pero si le decía que sí, probablemente la golpearía de nuevo.

Asentí hacía Jennie aceptando. —Está bien.

Ella me miró sonriendo de lado, se acercó a mí y tomó las bolsas del suelo, abrí la puerta y la dejé pasar, para tener más privacidad. Jennie entró con paso vacilante, al ver mi pequeño departamento hizo una mueca pero no dijo nada.

—¿Y bien? —Pregunté cruzándome de brazos. No iba a esperarla todo el día.

Jennie dejó las bolsas en la encimera de la cocina y puso sus manos en los bolsillos de su jean. Me miró con una mueca extraña en su rostro. —Lisa... Ella...

Escuchar el nombre de mi supuesta amiga me produjo un retortijón en el estómago. Recordando las imágenes que nunca podría sacar de mi mente, retrocedí tratando de alejarme de ella.

Ella continuó mirándome suplicante. —Cometí un error, y sé que es muy difícil remediarlo. Pero dame otra oportunidad, nena. Lo de ella y yo fue algo pasajero y muy estúpido. Perdóname por favor.

Levanté mis cejas sin inmutarme en lo absoluto, cuando por dentro me moría por llorar. —¿Crees que te voy a dar una segunda oportunidad? Te acostaste con mi mejor amiga, nunca podría perdonarte. —Solté un suspiro. —Nunca debí estar contigo. Nunca debí creerte cuando me decías que habías cambiado, que yo te había cambiado.

Jennie hizo una mueca. —No digas eso nena. No puedo vivir sin ti, yo... estoy deshecha.

Me crucé de brazos. —Si ya terminaste de explicarte, puedes irte.

—Rosé... amor.

Me acerqué a la puerta y la abrí. Hice una seña para que se fuera. No quería escucharla más, me producía más dolor y solo incrementaba mi odio hacía ella y Lisa. Jennie se acercó y me miró con los ojos rojos de lágrimas no derramadas y salió. Cerré la puerta con fuerza.

Nunca debería haberla dejado pasar. Quise preguntarle tantas cosas, como cuando empezó o por qué lo hizo, pero preferiría quedarme con la duda, no quería detalles que me destruirían.

Era fuerte y planeaba seguir así. Por mí. Por nosotros...

Abracé mi estómago cubriéndolo con mis manos, las lágrimas caían por mis mejillas haciendo mi vista borrosa. Estaremos bien.