005 | Ironías de la vida

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Debía tener algo en claro, antes de llegar al edificio donde haríamos la entrevista, tenía mala vibra

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Debía tener algo en claro, antes de llegar al edificio donde haríamos la entrevista, tenía mala vibra. No sé sí porqué es la primera vez que haré esto con todo el equipo o porqué es en vivo, si llego a balbusear no lo cortarían ni pondrán mi toma linda, haría el ridículo.

Estoy ya sentada, es una larga mesa donde los 8 estamos sentados, arriba de nosotros hay una gran pantalla que ahora mismo está en negro, pero cuando comiencen las preguntas,  la rueda de prensa se encenderá y enfocará al que este hablando, para que las personas que estén más lejos de la tarima puedan ver también.

Estamos solo Chelsea y yo sentadas pero tengo entendido que primero solo estará el elenco principal y luego será la rueda con el creador, productor y director de la serie.

—Puedes comerte las uñas con calma, nadie te va a decir nada, solo hazlo. —enarco una ceja mientras Chelsea gira los ojos con una sonrisita —Quédate quieta, si no hubiera aire acondicionado estarías sudando como un puerco. —Me recrimina con su voz chillona habitual sin hacer contacto visual. Está inmiscuida en su celular, cómo es costumbre

—Aunque no estuviera nerviosa también sudaría, hay muchas personas en un espacio grande, pero aún así cerrado. —replico, dejando de morder mis uñas y dejándolas en mi regazo. Chelsea tiene razón, tengo que dejar de hacerlo.

—Oh, cállate. —sabe que tengo razón, por lo que, deja su teléfono en la mesa de enfrente y se cruza de brazos, no dura así ni tres segundos cuando me abraza de costado. —Igual te amo.

Sonrío, definitivamente sus cambios de humor son lo mejor de la tierra.

—Igual que yo.

—No seas mentirosa, tú eres puro Oliver, Oliver, Oliver, ¿sabes que también existen tus amiguitas que dan el culo por ti?

La carcajada es inminente, pero el sonrojo de luego también.

—Absolutamente todos me importan, a todos los amo muchísimo. Son mi familia.

—Ay pero qué bonita la niña. —me aprieta, más contra ella, mientras sigue murmurando cosas lindas —Y que pasa con Oliver, ¿tan idiota como siempre?

Su pregunta me deja un poco tocada, Oliver nunca ha sido idiota conmigo, la idiota he sido yo la mayoría de las veces, por estar enamorada de un amigo.

—De echo, estaba hablando conmigo sobre Anastasia, sí, creo que tenían algo... O tienen, no lo sé muy bien. —trato con todos los dioses de que mi voz salga normal, relajada, y linda como es usual, pero fracaso totalmente.

—Tu hermana siempre te jode todo lo bueno de tu vida, ¿te has dado cuenta? —se queda callada, me encojo de hombros pero al pensarlo bien, asiento un poco, tiene razón. —lo más irónico de la situación es que no pareces odiarla, pero todas sus acciones te hacen daño, que tienes en esa cabecita tuya —sus ojos estaban fijos en los míos, me observaban atentamente, esperando una respuesta.

Suspirando Deseos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora