Capítulo VI

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Capítulo VI

Ahora lo que viene es candela.

—Tiempo sin hablarte, subnormal—Suelta Nat y golpea la parte trasera de la cabeza de Iván, este último sonríe.

—¡Oye! Lo mismo digo, ballena—Responde.

—¡Oye! No estoy gorda, pero debo admitir que extrañaba nuestros insultos diarios—Comenta mi amiga.

—Sí, ahora los dedica solo a mí—Interviene Camila.

—A mí también me hicieron falta, chicas—Iván dirige una mirada sigilosa hacia mí que intento ignorar.

—¡Oigan! Hay una fiesta en lo de Sergio hoy, Saúl ha venido a invitarnos—Interrumpo. Subo y bajo mis cejas hacia Natalia—Y ya te imaginas por qué, rompe corazones—Nat gira sus ojos y resopla. Natalia es el tipo de chica que cuando de verdad le gusta un chico, no lo admite si no que intenta ignorar o esconder ese sentimiento, pero como tengo el título de 'mejor amiga' puesto en la frente, sé que su corazón arde en mil llamas por Saúl.

—No, no sé por qué—Responde y Camila se le encima para meterle un dedo en la nariz.—¡¿QUÉ MIERDAS TE PASA?!

—Quiero ver si puedo tocar tu cerebro desde aquí, sospecho que no tienes. —Responde la rubia e Iván suelta una carcajada.

—Creo que es obvio que porque Saúl quiere que tú estés ahí. —Comenta mi ex novio—Camila suelta un 'dahm'—He escuchado que le atraes mucho, Natalia. Y créeme que no es normal que se hablen de ese tipo de cosas en el vestidor de chicos.

—¡Jah, si claro! —Exclamo mientras le dirijo una mirada de reproche—Creo que nos mientes. Es bastante normal que ustedes hablen de chicas en su vestidor—Digo.

—Por supuesto que sí, pero me refiero a que no es común que se hable constantemente de la misma chica y menos en un plan desesperado—Me responde.

—¿Desesperado? —Pregunta Natalia.

—Sí, dice que lo has rechazado tantas veces como los dedos de sus manos—Contesta Iván.

—Y como los dedos de sus pies también—Agrega Nat.

—Eso es porque nuestra chiquilla sigue rehusándose a aceptar que le encanta Saúl—Señala Cam mirando por la ventana.

—¡Porque no me encanta! —Rechista Natalia.

—No. Él te fascina—Hablo y río.

—¡Cállense! —Replica Natalia.

—El punto es que iremos a esa fiesta—Digo.

—Puedo llevarlas, yo también iré—Informa Iván.

—Suena bien pero Saúl quiere venirnos a buscar. —En el momento que lo digo se me ocurre una grandiosa idea, miro a Iván en complicidad y sonríe asintiendo entendiendo mi pensamiento—Aunque pensándolo bien no es mala idea que vengas a buscarnos.

Miro hacia mi casa de dos plantas a poco metros de nosotros. Mi casa es fácil de distinguir de entre las demás debido a que la pared que da a la calle está cubierta por enredaderas de jazmín. Al principio mi padre quería cortarla y de hecho lo hizo varias veces, hasta que entendió que seguirían creciendo y creciendo si no la cortaba de raíz, mi madre intervino por la pobre planta y decidió que la dejaríamos crecer ya que adornaba naturalmente nuestro hogar, sin contar que esta planta con el pasar de los años nos acostumbraría a un aroma dulce y embriagante que resultaba placentero.

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⏰ Última actualización: Sep 16, 2018 ⏰

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