Formas de amar

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Fueron necesarios unos meses más en el hospital para que Mei estuviera en condiciones de ser dada de alta.

Durante ese tiempo y tras una batalla verbal en la que Misato subyugó al Doctor Miyamoto, comenzaron a darle a Mei una droga se sustituía a la hidrocodona, bajo supervisión de Sara.

La pelinegra pronto mostró mejoría, tanto que un par de semanas más tarde, convirtió la habitación en su oficina. Hizo llamar a sus dos asistentes y a una tropa de abogados, poniendo en marcha el plan para dejar sus asuntos en orden, asegurar el bienestar de toda su familia y la continuidad de sus reformas en su amada academia. Dos veces por semana, Himeko y la Presidenta del Concejo Estudiantil le rendían informe de todo lo que ocurría.


Pasados dos meses de iniciado el tratamiento, la jefe reunió a la familia, junto con Himeko, Sara y un par de abogados.

-Bueno... Ya que están todos aquí, iré al punto. No me queda mucho tiempo, y no quiero perderlo trabajando. Así que ya hice todos los arreglos necesarios y redacté mi última voluntad. Abogado Inoue, proceda por favor.

-Como ordene Señora Aihara... "Yo, Mei Aihara, en pleno uso de mis facultades, físicas, mentales y legales hago las siguientes disposiciones:

*Llegado el momento de mi muerte, mis restos mortales serán incinerados, y las cenizas serán sepultadas bajo el cerezo en el jardín central de la Academia Aihara.

*Designo como Directora de la Academia Aihara, a partir de este momento, a la Profesora Himeko Momokino, a quien le entrego una carta que será leída a los estudiantes, luego de mi sepultura.

*Mi participación accionaria en Udagawa Incorporated, equivalente al 90% de todas las acciones totales y que a la fecha de hoy se estima en diez mil setecientos millones de dólares, será vendida. El dinero se dividirá así:

-Setecientos millones para un programa de lucha contra las adicciones, al mando de la Doctora Sara Tachibana.

-Seis mil millones para mi hija Misato Udagawa, representados en un fideicomiso, efectivo desde el día de mi muerte.

-Cuatro mil millones para Yuzuko Okogi y mi madre Ume Aihara.

*Mi participación accionaria en la Editorial Kodansha, equivalente al 16% de las acciones totales, y estimada en cincuenta y seis millones de dólares, será para Yuzuko Okogi.

*La propiedad de la Academia Aihara será para mi hija Misato Udagawa, bajo condición de que conserve el nombre y a Himeko Momokino como Directora, además de continuar con el plan de reformas que inicié hace dos años.

*Por último, la Mansión Aihara la dejo para Misato Udagawa. La casa de campo la dejo para Yuzuko Okogi.

A partir de la lectura de ésta, mi última voluntad, me retiro de toda actividad como Directora de la Academia Aihara y CEO de Udagawa Incorporated, para usar el tiempo que me queda junto a las personas que amo: mi madre, mi hija y mi amada Yuzu"

Mientras el abogado leía el documento, el rostro de todos se ensombreció, era un aldabonazo de la temida fecha que se acercaba de forma inexorable. Yuzu no pudo evitar el llanto mientras apretaba la mano de Mei. Pero esta vez la que no pudo con la carga fue Himeko.

-¡MeiMei, no me dejes aún!- La rizada se puso de rodillas frente a su amiga del alma y primer amor.

-Oh Himeko... Mi dulce amiga y hermana, ¿Qué hice para merecer tal lealtad y devoción?

-Perdóname MeiMei, no estuve junto a ti cuando más vulnerable eras...

-No te culpes Himeko. Yo tomé mis propias malas decisiones. Te pido por favor que culmines mi trabajo y dirijas a Aihara con dignidad y amor.

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