En un mañana más claro, sin tanta niebla

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_ Misha no es del todo confiable pero no es un peligro - le contestó a su hijo mientras servía el sushi en cada plato. Habían hablado de los motivos que llevaron al pequeño a salir de casa y él le narró a detalle todo lo sucedido.

Izaya trataba de atrasar un poco las preguntas de Jikken sobre su padre, porque sabía que el niño preguntaría. La expresión inquieta de su rostro le hacia sentir como si esperara la explosión de una bomba.

Jikken se sentó y miró como las porciones eran agregadas por igual. Recordó a su padre y volteó a ver el rostro de su madre; entonces fue inevitable que no pensara en la escena que había visto antes de subir al tren; y luego lo que leyó en los periódicos y en varios informenes: un alfa lastimando a un omega. Le pareció tan común y desagradable. Entendía mejor ahora las razones para que aquellos niños, al igual que él, estuvieran viviendo en la casa de Sakura - san.

_ Mamá regresemos a casa, con Sakura - san. Será como antes - recordó aquellos días en los que pasaba todo el tiempo con su madre - terminaremos de leer aquel libro que dejamos; bueno yo ya lo leí, pero puedo leerlo para ti, y también jugáremos ajedrez, damas, y te ayudaré en el campo. Nos quedaremos mirando las estrellas y despertaremos muy temprano para trabajar con los demás. Ahora soy más grande y fuerte, puedo ser de mucha ayuda, vámonos mañana

Izaya se sentó frente a él y le sonrió con ternura. A Jikken le dolió aquella expresión porque su madre aún conservaba las benditas en varias partes de su rostro, y eso sólo le hacia imaginar el daño que había sufrido.

_ Jikken ¿le tienes miedo a tu padre? ¿Es por eso que quieres irte? ¿o piensas que va a lastimarme? - Jikken bajo la cabeza al verse descubierto - así que es eso...

_ Él te pegó, eso no voy a dejar que vuelva a pasar

_ ¿En verdad piensas que soy tan débil?

_ No, tú eres muy fuerte, asombroso - sus ojitos brillaron al mirar a su madre - peleas muy bien y manejas las navajas de una manera tan fascinante... pero, él es un alfa, ellos son monstruos

_ Yo creo que te has dejado influenciar demasiado por las emociones vertidas en todo lo que leíste. Nada es completamente negro ni blanco Jikken, es necesario que recuerdes lo escrito en el libro de biología. Sólo ahí puedes encontrar la verdad. Aún asi no te niego la realidad en lo que viste o leíste, varios alfas se aprovechan de su fuerza y los derechos que tienen. Pero eso no debe cegarte y pensar que el resto son buenas personas, al final cada ser humano es responsable de sus decisiones. Aunque todos caminan en circulos a través de su vida, pero asi se les quiere

Se detuvo antes de afirmar ante su hijo su clásica filantropía. Ahora más que nunca, no se sentía con muchas ganas de mencionar ni por un momento su amor por los humanos. Su mente estaba llena de nuevos pensamientos y la mayoria de ellos lo tenían sobre una cuerda floja. Temeroso intenta mantener el equilibrio para no caer en ningún error. Había cometido demasiados en una semana.

_ Jikken tu padre y yo peleamos todo el tiempo, es casi un deporte - se atrevió afirmar con una sonrisa y el pequeño no pudo comprender - y las heridas que tengo ahora repartidas por todo mi cuerpo no fueron causadas por él. Te dije que tenía un trabajo peligroso ¿cierto?, - el niño afirmo con un movimiento de cabeza - uno de mis planes se salió de control y me atraparon, fue un enfrentamiento muy duro pero valió la pena

_ ¿Estaba Misha contigo? ¿Estás en el movimiento por los derechos de los omegas?

_ Algo así

Y no mentía; pero tampoco creía necesario contarle todos los detalles a su hijo en ese momento.

_ Y sabes - con una de sus manos empezó acariciar la mejilla del pequeño - tu padre... - dudó un instante, y pensó que podía arruinar por completo a Shizuo, pero no quería, no podía hacerlo -... él me ayudó aquél día a volver a mi apartamento, yo estaba muy agotado y él me cargó hasta aquí

Al recordarlo no pudo evitar ponerse nervioso y trató de disimularlo colocando unos palitos cerca de los platos.

_ A lo que quiero llegar es que la historia que tengo con tu padre no es igual a las que oíste o leíste. Es más complicado y te iré explicando poco a poco, pienso que no tendré que decirte todo porque tú lo sabrás al ver cómo nos comportamos. Sin embargo lo más importante es que no temas ni odies a tu padre. No lo hagas mientras tus razones no sean confiables. Primero tienes que conocerlo, después decidir

Jikken tenía seis años pero era más listo de lo que incluso Izaya creía. Había aprendido hablar perfectamente cuando cumplió un año y supo leer a los dos; asi que para él era fácil notar los sentimientos de su madre escondidos tras sus palabras. Ahora que recordaba, a diferencia de las otras madres omega del lugar donde vivía, la suya nunca le ocultó la existencia de su padre. Creció mirando la foto de éste colgada en la pared; y la fotografía era renovada cada seis meses.

Izaya se tomaba demasiadas molestias para que no odiara a Shizuo a pesar de su actitud renuente con el resto de personas. Y no era, si se fuera a creer, que Izaya motivara a su hijo a querer a su padre; por eso Jikken creció con una idea vacua acerca de su padre.

Sin embargo, ahora analizaba a su madre con otros ojos, estaba más atento a lo que él sentía y menos a lo que le hacia sentir. Siempre disfruto del cariño expresivo de su madre y nunca puso atención a otros de sus aspectos emocionales. Ahora lo miraba comer y pudo notar una marca de dedos sobre su brazo; era el lugar exacto donde vio al rubio apretar con fuerza.

_ Ésto no es nada, le hecho cosas peores - escuchó a su madre hablar mientras señalaba los moretones. No era fácil hacer cualquiera cosa si que él lo supiera.

¿Pero qué cosas peores pudo haberle hecho su madre? Él lo conocía, y aunque sabía de sus habilidades, no lo consideraba alguien malo. Pero Jikken era un niño, las nociones del bien y el mal creadas por Izaya especialmente para él no eran del todo correctas socialmente. Además la única persona que lo había instruido, cuidado y amado era Izaya. Claro que creería en su madre, era pequeño y ante sus ojos él era lo mejor.

Por la tarde escuchó a su madre que hablaba por teléfono con aquella chica llamada Misha. Sentía mucha curosidad y su madre le había dicho en el pasado, que si quería saber algo debía averiguarlo por su cuenta antes de preguntar. Estuvo escondido detrás de la puerta, pero se aburrió y fue a sentarse sobre el sillón a leer el libro de biología. Luego vendría su madre y hablarían de varias temas antes de la cena.

Y Jikken era feliz, era muy feliz hasta que el timbre sonó antes de que empezaran a comer. Su madre fue abrir la puerta y él decidió seguirle para averiguar quién era. Pero al notar que era su padre se acercó corriendo y abrazó la pierna de su madre. Miró aquel hombre a los ojos y se prometió a sí mismo que no se dejaría intimidar.

_ Jikken tu padre y yo saldremos, tú tendrás que comer solo por hoy; regresaremos en dos horas ¿esta bien?

_ No - se agarró con más fuerza de la pierna de su madre. Era la primera ves que desobedecia; y más que saber que estaba mal era consciente de que era innecesario. No necesitaba mostrar esa actitud para demostrar que estaba preocupado por su madre, hubiera bastado con aceptar y luego seguirle a escondidas para protegerlo. Pero no quería que ese hombre se acercará a su madre y se vio tentado a dejar en claro su posición.





Izaya... ¿Qué Ocultas? (Shizaya) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora