_ ¿Es tu hijo?
_ Sí
Shizuo se quedó en silencio. No sabía cómo reaccionar después de eso. Izaya tenía... tenía un hijo... un hijo... Le costaba tanto procesarlo. Parecía una mentira, un broma de mal gusto; dentro de poco escucharía la alarma de su reloj y despertaría de ese mal sueño. Pero no sucedía; y los segundos pasaban con demasiada lentitud.
_ Lo siento Shizu - chan, pero tenemos que irnos
Izaya estaba serio. Esa expresión en su rostro era demasiado irreal y supo que no podía dejarlo ir. Agarró su brazo con fuerza y lo detuvo.
_ ¿Cómo es que tienes un hijo? ¿Desde cuándo? ¿De quién? - subía el timbre de su voz en cada pregunta
_ Shizuo, cálmate - se acercó Kadota a intervenir. Temía que ambos armaran una escena desgradable frente al pequeño pelinegro; quien ahora se sostenía fuertemente de su madre y escondía su cabeza en el pecho de éste.
_ ¿Acaso tú lo sabías? - miró al azabache y luego volteó a mirar al pelinegro - ¿Él lo sabía? Por eso estuvo todos esos días frente a la puerta de tu apartamento ¿verdad?... ¿acaso él es el padre?
Al escuchar eso, los chicos en la furgoneta se quedaron pasmados. Nadie dijo nada durante unos breves segundos que resultaron eternos.
_ No, Kadota no es el padre - habló Izaya, pero no pudo ver a Shizuo a los ojos; sintió las manitas temblorosas de su hijo presionar su abrigo y le beso la cabeza. Respiró profundamente y tiró de su propio brazo con fuerza para liberarse de Shizuo. Luego levantó la cabeza y miró al rubio directo a los ojos - el niño que tengo en mis brazos es tuyo Shizuo
Aquello provocó que Shizuo dejará escapar una pequeña risa maniaca, habían muchas cosas pasando por su mente y no podía analizarlas todas. Sentía que iba a perder la cordura y la paciencia si Izaya se atrevía a pronunciar otra mentira, porque eso eran las palabras de Izaya para Shizuo, puras mentiras, una tras otro dentro de un círculo vicioso. Y esa carcajada acabó tan abruptamente como empezó.
_ No me jodas - miró a Izaya y puso ambas manos sobre los hombros del pelinegro. Apretó con fuerza hasta hacerle doler - ¡¿Por qué inventas esas cosas?! ¡Dime la verdad! ¡¿Quién es el padre?! - lo sacudió y Jikken no pudo aguantar más, sacó su rostro del pecho de su madre y volteó a ver al hombre que a sus ojos estaba lastimando al ser que más amaba.
_ ¡Ya déjale! ¡Suelta a mi mamá! - con sus manos trató de quitar los brazos del rubio y entonces Shizuo vio su rostro. La primera vez y fue suficiente para creer que ese niño era suyo.
_ Ese niño... - fue quitando sus manos de Izaya con lentitud mientras trataba de asimilar todo lo que estaba pasando -... ¿cuando?... - se preguntó recordando todos los sucesos de los ultimos días, pero no fue suficiente y tuvo que ir más atrás. Llegó hasta el día en que lo conoció pero no pudo encontrar nada que pudiera probar que ese niño era suyo. Pero lo veía y no podía negar que era suyo. Lo sabía, era más allá de las apariencias; el sentía que aquel pequeño pelinegro de ojos claros era su hijo.
_ Sé que no lo entiendes, pero no puedo explicártelo ahora. Te diré todo cuando quieras hablar, sólo llámame cuando estés preparado - soltó Izaya con frialdad mientras con sus brazos apretaba fuertemente a su hijo contra su pecho. Diría que en ese momento su única preocupación era su hijo, pero estaría mintiendo. Izaya tenía miedo y los recuerdos de aquel primer encuentro con Shizuo venían a su cabeza. Acarició la espalda de su pequeño para sentirse más seguro y empezó alejarse evitando mirar a sus lados.
Ahora tenía demasiados testigos, no quería que fuera así. Todo se había salido de sus manos.
_ ¡Izaya espera! - escuchó la voz de Shizuo y caminó más rápido.
_ Shizuo deja que se vayan. Si aun no crees que ese niño es tuyo, al menos ten un poco de compasión por él y no lastimes a su madre ante sus ojos - Kadota lo detuvo, pero Shizuo no estaba dispuesto a ceder
_ Ese niño es mi hijo y tú lo sabías ¿por qué no me lo dijiste? - enfrentó al castaño y Kadota no pudo controlarse más. Le aventó un duro golpe en la cara que tumbó al rubio en el suelo.
_ Tan sólo te pusiste a pensar qué le hiciste a Izaya para que tuviera a ese niño ¿acaso lo recuerdas? ¿esa noche después de la fiesta de graduación?
Al notar que estaba revelando demasiada información, se acercó a Shizuo y le agarró del cuello de su camisa. Le miró a los ojos y el rubio no se movió.
_ Encontré a Izaya con una gran herida en la nuca, muchos moretones y un fuerte olor a ti aquella noche; lo habías marcado. Estaba tan débil que no dudó en rogarme para que lo ayudara. Estuvo viviendo en mi habitación por dos semanas, él no sabía que era omega, me dijo que lo sospechaba porque su cuerpo había estado actuando raro y por ello le había pedido a Shinra que le realizara un examen. Los resultaros llegaron el último día que se quedó conmigo, pero no me dijo nada del niño. Yo no sabía de la existencia de eso niño hasta hace unos meses
Soltó al rubio y lo empujó.
-¡Kadota! - escuchó a sus amigos e intentó calmarse
_ Yo no sé lo que pasó aquella noche Shizuo, pero sí sé que Izaya no fue el culpable
Con eso se alejó y fue caminando lentamente hasta llegar con sus amigos. Shizuo, quien trataba de calmarse para no perder el control mientras buscaba un recuerdo de aquel día, no se movió.
Cuando vio la furgoneta desaparecer al doblar una esquina recién se puso de pie, ¿Qué le había hecho a Izaya?
Recordó la conversación que tuvo con Izaya aquella noche antes de besarlo. Le dijo "jamás marcaría a un omega en contra de su voluntad" y confió tanto en sus propias palabras sin saber que hace mucho ya las había fallado.
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Izaya... ¿Qué Ocultas? (Shizaya) TERMINADA
FanficShizuo descubre que Izaya es un omega y aunque nada cambia al principio, con el tiempo y algunos acontecimientos su idea acerca de él empieza a tener una transformación. Con sus sentimiendos muchas veces negados y rechazados intenta sobrevivir a lo...