VAMPS parte V: "Le Chariot"

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Vampiros

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Vampiros. Zombies... ¡Zompiros!... Debo aclarar que el nombre fue idea de Evan. 


Pudimos verlos desde las lejanías del bosque profundo, avanzando lentamente con sus demacrados y casi cadavéricos cuerpos envueltos en intensas llamas verdosas. Algunos gritaban cosas como "larga vida a la sangre" o "he esperado esto por milenios". 

Nosotros nos quedamos quietos un largo momento, sin saber qué hacer o a dónde ir... Después escuchamos múltiples gritos de personas  y no nos quedó de otra más que echar a correr por nuestras vidas. La oscuridad nos impedía mirar con claridad; yo me tropecé muchas veces con botes de basura y postes antes de perder a Evan de vista. 

—¡Es el f-f-fin del mundo, dude!... Otra vez —puedo ver cada una de las letras de su camiseta brillar en medio de la oscuridad. Su camiseta es de Star Wars; me jala del brazo cuando me acerco. 

—Quisiera que Braco y Sebastian estuvieran aquí...  

—Oye todo e-e-estará bien —lo escuché decir—. Cuando s-salga el s-sol todos esos chupasangre morirán... de nuevo, ¿no?

No estaba muy seguro de que el sol volvería... Parecía más bien que nos había abandonado para siempre... Justo después recordé que me había dejado el collar mágico en casa. Espero que mamá esté a salvo... 

—Sólo ne-necesitamos crear un ci-circulo de sal: lo miré en ese programa de t-t-televisión que solía ser sobre historia...  

Eché un vistazo al exterior: nunca había visto un cielo tan oscuro... mucho menos una luna roja así de gigantesca... ¿Qué está sucediendo aquí?  Algo muy malo, obviamente. 

No puedo verlos, a los Zompiros, pero consigo oler su putrefacto hedor... Los escucho acercarse con pasos lentos... Deben ser mis poderes de vampiro. 

—Evan... creo que tenemos que movernos de aquí... 

Pero ya era demasiado tarde, sentí su presencia a escasos metros detrás de mí. 

—¡Hay uno aquí! ¡Hay uno aquí! —exclamó el chupasangre—. Fresca sangre virgen... ¡Es mía! 

El grupo de Zompiros entró en el callejón, algunos de ellos me empujaron a un lado pero ninguno mostró intenciones de querer lastimarme... Todos querían ir a por la sangre de Evan, quien estaba ahí revisando su mochila tranquilamente. Y de pronto, yo podía ver en medio de toda esa oscuridad... Era extraño. Las cosas se veían en tonos rojizos: Vista de vampiro. 

—¡Evan! —me abalancé sobre él, cubriéndolo con mis brazos; después encaré a los Zompiros con una valentía que no conocía en mí—. ¡Él es mío, pierdanse tontos! 

Uno de ellos gruñó, mostrando su afilado par de colmillos.

—¡Atrás, cara pálida! —seguía gruñendo como animal rabioso—. ¡Yo lo miré primero! Si lo quieres tendrás que pelear... ¡Pelear a muerte! 

VAMPS: Una Historia de VampirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora