VAMPS parte VI: "Le Diable"

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—Será mejor que vengan conmigo si quieren conservar la sangre en sus pequeños cuerpitos —nos dijo el Pistolero; Evan ya había despertado y estaba como loco contándome sobre su sueño, ignorando por completo la presencia del hombre misterioso y mi e...

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—Será mejor que vengan conmigo si quieren conservar la sangre en sus pequeños cuerpitos —nos dijo el Pistolero; Evan ya había despertado y estaba como loco contándome sobre su sueño, ignorando por completo la presencia del hombre misterioso y mi encuentro con el vampiro. El Inquisidor—. No sé que clase de magia oscura está usando Kidder, pero de alguna forma ha conseguido traer de vuelta a muchos antiguos y sanguinarios vampiros chupasangre... Eso es malo. Muy malo...

Al parecer, según lo que decía, alguien se encontraba detrás de todo esto: la repentina noche, la gran luna roja sobre el cielo, los Zompiros... Todo era obra de ese tal Kidder.

—Entonces... —dijo, sacandome de mis pensamientos— ¿vienen? 

Por un segundo casi caí en esa mortal trampa. Pero su olor lo delató... 

—Tú también eres un vampiro... —dí unos pasos hacía atrás, tenía que ser precavido; él se confundió un poco pero sabía que no estaba mintiendo. Lo miré claramente en su rostro—. Puedo olerlo. Huelo esa extraña sangre... 

Sonrió y pude ver sus colmillos.

—Pues... me parece, según mi nariz, que tú también lo eres —me imitó, dando unos pasos hacía atrás pero sin quitar esa sonrisa de su rostro—. Ahora estamos a mano. Ambos olvidamos mencionar ese pequeño detalle de nosotros... 

Sí, era cien por ciento un vampiro. Pero... no era nada parecido a los demás; sus ojos no estaban envueltos en poderosas llamas verdes, y no apestaba como a basura y a un montón de ropa sucia... Igual tenía que ser cauteloso...

—No soy un chupasangre, niño —me dijo, intentando tranquilizarme—. No tienes que temerme. Soy vegano... Un ridículo vampiro vegano, como los millennials de la Ciudad de los Vampiros. 

¿Ciudad de los Vampiros? ¿Existe una ciudad llena de ellos? ¿Y todos son veganos? Tengo que ir un día de estos... 

—Jem t-t-también es vegano —le dijo Evan—. Sólo c-come frutas y verduras... Y esa horrible s-s-soda de uva. Tal vez p-por eso ninguna chica l-le habla en la escuela. 

El hombre se rió. 

—Oye no te pases... 


De repente, fuimos interrumpidos por una serie de gritos provenientes del exterior de la tienda: eran los Zompiros, acercándose. La sangre virgen de Evan debe ser algo irresistible para ellos... Casi lo fue para mí. Casi.   

Un segundo después ya se encontraban rompiendo los vidrios de las ventanas con sus largas extremidades. Una escena digna de una película de terror.

—Será mejor que me sigan —nos dijo el Pistolero, lanzándose en dirección al hueco en la pared.

No teníamos otra opción más que seguirlo, y eso hicimos. Lo seguimos hasta llegar a la calle, donde estaba estacionada una asombrosa Caravana en medio de la calzada. Parecía haber pertenecido a una antigua banda de rock ochentera.

VAMPS: Una Historia de VampirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora