Köle/Esclavo

3.9K 237 36
                                    

10 de agosto de 1617

—No sé que hacer —le confesé a Mihrimah —Debo de hacer algo para que Ahmed no muera.

—Tranquilízate, es seguro que no hay Tifus en el palacio, todo estará bien.

—No lo entiendes, si Ahmed muere, Mehmed también. No quiero perder a mi hijo, Mihrimah.

—Ya te dije, todo pasará.

Suspiré. Todo era muy estresante.

—Dime algo, ¿por qué perdonaste a Ahmed después de haber roto su promesa?

—No lo perdoné —confesé —Lo que hice fue supervivencia. No me servía de nada estar enojada con él.

—¿En verdad lo quieres?

La miré pensando la pregunta. ¿Amaba a Ahmed? Él había roto mi corazón muchas veces y seguía como si nada. ¿En verdad amaba a esa persona? Hace tiempo dije que sí pero en esos momentos no estaba segura. Le di once hijos a ese hombre. Once razones por las cuales preocuparme.

—No lo sé —respondí con sinceridad —No sé si amo al padre de mis hijos, no sé si esto lo hago para que él no muera o para que mis hijos vivan.

—Lo más importante son los hijos, Anastasia. Tu tía Claudia es un gran ejemplo, murió salvando a sus hijos. ¿Serás como ella o todo lo contrario.

Mi tía Claudia había muerto en un tiroteo, pasó con sus hijos en el momento equivocado. Ella murió protegiendo a sus hijos de las balas. Ellos sobrevivieron por el sacrificio de su madre. Era verdad lo que decía Mihrimah, tenía que ser como ella.


•••


Caminaba por las calles de Estambul cuando vi como habían llegado nuevos esclavos. Odiaba ver eso, no soportaba ver tanta crueldad. Aún así decidí acercarme a ver quienes habían llegado. Una corazonada me dijo que debía ir.

—¡Camina! —gritó un señor mientras empujaba a una chica de tez morena, un poco alta y de cabello negro.

—¡Malditos! —gritó en español la chica —¡Huitzilopochtli los hará sufrir!

La miré con atención, era mexicana.

—¡Camina! —le gritó el mismo señor a otra chica de misma tez, era casi de mi altura y tenía el cabello castaño.

—Bülbül agha

—¿Sí, Sultana?

—Compra a esas dos esclavas y llévalas a mis aposentos —le ordené mientras señalaba a las chicas

—Sí, Sultana


•••


—Ayşe, es bueno verte. Ha pasado mucho tiempo desde que me evitas.

—No te evito, madre

—Sí lo haces. Me evitas porque bien sabes que estoy enojada contigo por haber encubierto a Mehmed en su plan

—Madre, perdón. Mehmed es mi hermano, lo único que quería era verlo feliz y Rabia es su felicidad.

—Me decepcionaste. Eso pudo haberle costado la vida a tu hermano. —la regañé

—Madre, he hecho todo lo que me pides, incluso me he casado en contra de mi voluntad pero Mehmed es la única persona por la que cual te desafiaría. Él es mi mellizo, tengo que apoyarlo. Nos queremos tanto que hasta él amenazó a mi esposo, le dijo que si me tocaba, él se encargaría de matarlo. Perdónanos, por favor.

Haseki Kösem SultanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora