La travesía de dos corazones rotos tras descubrir que el amor no sólo es rosa, ni sus emociones están en blanco y negro.
Todos tienen un sentimiento de molestia a Chloe y están felices al ver como su corazón se rompe tras su rechazo por Adrien. Luka...
"Toma tus días oscuros y envíalos al sol y continua, continua A cada amor que te trató mal, avanza, avanza, A cada sueño que se ahogó a medio camino y te hizo pequeño dentro Toma tus días oscuros y envíalos al sol, y continua."
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¿Pero que diablos hacían esos dos juntos siempre?
Eso se preguntaba Kim cada vez que se ponía de acuerdo para salir con su "novia" y ella traía a Luka. Nunca lo vio venir, nadie lo vio venir realmente; pero en los últimos dos años esos dos se habían vuelto inseparables.
Kim estúpidamente creyó que una vez que Chloe superara a Adrien, él tendría todo el as de ganar para conquistar a esa rubia; pero no, al parecer Luka y Chloe tenían una rara especie de relación donde no podían estar separados uno del otro. Si bien ya sí tenían sus citas a solas, pero había algunas pocas en donde lo llevaba a él. Siempre era sólo él, no a una amiga o incluso otros dos amigos hombres. Sólo a ese idiota guitarrista.
—Chloe ¿Podemos hablar a solas?— cuestionó Kim susurrándole coqueto al oído mientras ella observaba a Luka divertida jugando billar con unos completos desconocidos. Ella asintió y Kim procedió a tomarla de la mano para irse de aquella mesa a otro sitio, ahí el chico Couffaine podía llegar en cualquier momento a interrumpirlos.
La sacó del bar y en cuanto estuvieron bajo la luz de la farola de la calle, la acorraló contra una pared para tomar rápidamente posesión de sus labios. Ella no tardó en corresponder, como siempre; aunque igual que todas las otras veces sentía que ella ponía poco de su parte realmente. Una parte de sí se sentía satisfecho a pesar de recibir tan poco, pero no podía seguir permitiéndolo.
—Vámonos de aquí.— le pidió Kim alejándose un poco mientras colocaba un mechón de ella tras su oreja. Ella asintió levemente.
—Sólo déjame avisarle a Luka.— y ahí estaba ese irritante nombre en su boca otra vez. Kim respiró profundo intentando no sentir ni un gramo de enojo por ello.
—¿No podemos irnos sólo así?— preguntó algo ansioso. Chloe negó.
—Sería incorrecto dejarlo, ya vino con nosotros.
—No tenía que venir en primer lugar.— Chloe rodó los ojos. Ya se había cansado de explicarle porqué había estado Luka ese día con ellos.
—Es mi cumpleaños; yo puedo decidir quién esté conmigo este día.— colocó una mano en la cintura. Kim la tomó y la acarició. Era un tipo bastante pesado a veces.
—Pero Chloe; yo había preparado este día como algo especial para los dos. Tú sabes. — al ver como el chico veía la mano que le estaba sujetando entendió todo. Maldición. Intentó no sentirse indignada por ello.
